Una balacera entre presuntos secuestradores y policías ministeriales ha dejado un saldo de un civil muerto, un oficial herido y un detenido en la localidad Campo Grande, municipio de Iztaczoquitlán, ubicado en la zona centro de Veracruz.
Los hechos ocurrieron la tarde de este miércoles, cerca del acceso a la fosa clandestina donde familiares de desaparecidos llevaban a cabo la búsqueda de restos humanos y tuvieron que ser resguardados por las fuerzas del orden.
De acuerdo con los primeros reportes, también fueron asesinados un hombre y una mujer que habían sido privados de su libertad, pero la información no ha sido confirmada por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Los policías ministeriales recibieron reporte sobre dos personas secuestradas en una presunta casa de seguridad de dicha localidad, por lo que acudieron a las calles Independencia y Cuauhtémoc, donde fueron recibidos a balazos por parte de los delincuentes.
Un amplio operativo fue desplegado en la zona por parte de elementos estatales y federales, donde se acordonó el área para llevar a cabo las diligencias correspondientes.
Los demás presuntos delincuentes lograron escapar, por lo que se emprendió la búsqueda por aire y tierra para dar con su paradero.
La entrada al municipio se encuentra bloqueada por dos pipas que transportan “material peligroso”; también hay otro cierre en la carretera federal a Fortín, a la altura de la barranca de San Miguel, donde otro vehículo de carga pesada obstruye la vialidad.
En redes sociales se habla de presuntos narcobloqueos sobre la carretera Córdoba-Orizaba, en la región central de la entidad veracruzana, para evitar la llegada de más elementos de seguridad; sin embargo, esta información no ha sido confirmada por las autoridades.
Balean Fiscalía de Fortín
Después de estos hechos, un comando baleó la fachada de la Fiscalía Regional en el municipio de Fortín, lo que originó otro movilización por parte de policías estatales y elementos de la Guardia Nacional (GN).
Por tal motivo, fue evacuado el personal de la Fiscalía Regional de Córdoba, ubicada en la misma zona del Estado, ante la posibilidad de otro posible ataque armado.
Estas oficinas quedaron al resguardo de elementos de Guardia Nacional y de la Policía Ministerial para evitar otro atentado.