Con el propósito de evitar la propagación del COVID-19, los medidores de dióxido de carbono van a ser indispensables para la operación de cines y restaurantes.
Así lo plantea el gobierno capitalino, a través de un programa piloto a implementarse en estos espacios cerrados.
En un oficio enviado al Congreso capitalino, la Secretaría de Gobierno expuso que esto ha sido considerado por autoridades sanitarias y el Comité de Monitoreo Epidemiológico, pues la vía aérea es el principal medio de contagio de este virus.
La dependencia expuso que trabajan en el diseño que, en una primera fase, se podría implementar en restaurantes y cines.
Señaló que se han sostenido reuniones con las secretarías de Desarrollo Económico, Turismo y Salud, así como la Agencia de Protección Sanitaria, la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), y el sector restaurantero.
“Se ha planteado la pertinencia de contar con dichos medidores al tratarse de una actividad que implica una permanencia extendida de los comensales en espacio cerrados, y que requiere que las personas prescindan del uso de cubrebocas mientras consumen alimentos”, expuso.
Asimismo, añadió que en el caso de rebasar los niveles de CO2 aceptables por instancias internacionales —que son entre 800 y 1000 partes por millón— se adoptarían reglas de medición y operación para mejorar la ventilación y reducir el número de personas.
Resaltó que dependiendo los resultados “se podría considerar que el uso de medidores podría ser una práctica permanente en la nueva normalidad, como uno de los mecanismos para prevención del contagio”.
dza