Hay más probabilidad de contagiarse de COVID-19 en una reunión familiar, que si asisten a las escuelas, aseguró el experto Andreu Comas. Ante la polémica sobre el retorno a las aulas para el próximo ciclo escolar, el epidemiólogo y académico de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, mencionó que los planteles educativos son uno de los lugares donde se tiene más control de los menores; los profesores pueden actuar rápidamente si alguien se baja el cubrebocas, no usa gel o si hay aglomeraciones.
Refirió que hay estudios, como uno publicado en The Lancet, el cual analizó la reapertura de escuelas en Inglaterra –en junio y julio de 2020– y si bien hubo casos de COVID y brotes en escuelas, se concluye que “la reapertura estuvo asociada con muy pocos brotes”.
La tasa de casos por mil planteles por mes fue de 1.1 por ciento en guarderías, 6.5 por ciento en primarias y 4.5 en secundarias, dice el estudio. Comentó que durante el breve retorno, que ocurrió en junio, los protocolos sanitarios sirvieron pues no se observó algún incremento evidente de casos, hospitalizaciones o defunciones en los menores.
Además de que los casos de COVID en alumnos o docentes que se conocieron habían ocurrido el fin de semana previo a las clases. Dijo que los protocolos se tienen que adaptar a la realidad de cada plantel.
Comas participó en un ejercicio para la reapertura de escuelas en San Luis Potosí, que tomó en cuenta 10 puntos: grupos híbridos, ventilación de aulas, cuestionario familiar de síntomas, no permitir el acceso a adultos no docentes, uso de cubrebocas obligatorios y sana distancia, entre otros.
Consideró que volver a las aulas representa ir de la escuela a la casa y viceversa, por lo que la comunidad también debe tomar en cuenta que es más riesgoso asistir a fiestas, restaurantes, cines o reuniones familiares donde es difícil ese control.
MAAZ