21 años de su vida ha pasado Manuel Ramírez Valdovinos en prisión por un crimen que no cometió, desde el año 2000 y hasta este 21, este hombre permaneció recluido en diferentes penales acusado por un homicidio de un hombre que según varios testigos, aseguran sigue vivo y radica en Estados Unidos.
En entrevista con Adela Micha para El Heraldo TV, Manuel Ramírez Valdovinos, acompañado por el activista Bryan Lebarón, narraron las injusticias e irregularidades que este “presunto culpable” ha tenido que afrontar durante 21 años, tiempo en el que ha perdido todo, desde la tranquilidad hasta su propia familia.
Víctima de torturas, irregularidades en su expediente, incoherencias de las autoridades, violaciones al debido proceso, pero sobre todo una gran injusticia, Manuel Ramírez Valdovinos ha tenido el apoyo de organizaciones de derechos humanos nacionales y extranjeras, porque de las autoridades mexicanas lo único que ha recibido, asegura, son burlas y atropellos.
Su lamentable caso dio inicio el 26 de mayo del año 2000, cuando hombres armados, sin ninguna orden de aprehensión, entraron a su hogar y sin dar explicaciones amagaron a su esposa con su hijo en brazos, así como a los invitados que ese día estaban en su hogar, para luego de golpearlo llevarlo a lo que el definió como una “cámara de tortura”.
Fue justamente en este lugar, del cual Valdovinos no quiso dar más detalle debido a las pesadillas que aún le provoca, donde a base de torturas lo hicieron “confesar” su supuesto crimen.
Tras la tortura Manuel fue llevado ante el Ministerio Público en donde asegura fue amenazado con hacerle daño a su familia, si pel se negativa a firmar una declaración que no había salido de su propia boca. Esto lo llevó a declararse culpable del supuesto homicidio que le valió una sentencia de 40 años, 7 meses y 15 días de prisión.
Un caso repleto de anomalías
Entre las mayores irregularidades de su caso, Valdovinos destaca el hecho de la presentación del cuerpo de la presunta víctima, pues entre varias el Ministerio Público dio fe del levantamiento del fallecido a la misma hora que los médicos peristas ya registraban su entrada al anfiteatro de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia(PGJ) en Texcoco, Estado de México.
Tres años después con la exhumación del cadáver, esta irregularidad brindó otro capítulo, pues se comprobó que las características de este no se ajustaban con las señaladas en los reportes de la autoridad.
Presunta víctima, sigue con vida
El colmo de las irregularidades de este caso surgió cuando años después, vecinos de Acolman, lugar donde supuestamente ocurrió el crimen, comenzaron a señalar que el supuesto hombre ultimado 19 años atrás, seguía con vida y radica en los Estados Unidos.
El mismo Valdovinos aclara que esta versión surge a manera de “chisme”, pero es de llamar la atención que la calidad de vida del padre de la supuesta víctima, mejoró considerablemente después de su “muerte”.
Lo anterior solo hace suponer, señala Manuel, que los rumores que señalan que todo se trató de una simulación para cobrar un seguro de vida de más de un millón de pesos es verdadera; sin embargo, oficialmente nada se sabe al respecto.
También se sabe que la supuesta víctima contaba con un historial delictivo, por lo que, con ayuda de su padre, había orquestado todo el acto para “hacerlo pasar como muerto” y así evadir la justicia.
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