En las inmediaciones del Monumento a la Revolución donde yacen sus restos, autoridades, historiadores y familiares conmemoraron el 98 aniversario luctuoso del general Francisco Villa.
En un acto que estuvo encabezado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, Francisco Villa Campa, nieto del revolucionario, dio unas palabras.
"Antes que nada quiero expresar mi reconocimiento a todo el personal de salud que hoy día están dando la gran batalla, mi cariño a quienes hemos enfermado y hemos salido adelante, mis condolencias a todas las familias que hemos perdido a un familiar en esta contingencia.
"Pero a pesar de esta prueba, vamos a salir adelante, porque somos un pueblo de guerreros, iniciamos una independencia. Nos levantamos en armas en una revolución y vencimos a gobiernos corruptos", afirmó el nieto de Francisco Villa.
El director general del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, participó en el evento del aniversario luctuoso.
"Quisiera ir al lugar común de decir Villa vive, la lucha sigue, pero no es un lugar común. Somos los que somos, porque venimos de donde venimos, porque vamos a donde vamos. Insisto, no se olvide, Villa fue asesinado por servir al pueblo", dijo.
En el acto realizaron el depósito de un agenda floral, además de efectuar una guardia de honor en la cripta que resguarda los restos de Villa.
En el evento estuvieron presentes la secretaria de Cultura, Vannesa Bohórquez; el titular de la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Javier Raúl Ayala; el director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, Felipe Ávila; el senador por Durango, José Ramón Enríquez; la representante del Gobierno del Estado de Chihuahua, Cecilia Soto ; el representante del Gobierno del Estado de Zacatecas, Raúl Rodríguez; la representante del Gobierno del Estado de Durango, Azucena Triana; y el alcalde de Cuauhtémoc, Néstor Núñez.
Acontecimiento histórico
De acuerdo con documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional, el 20 de julio de 1923, en el poblado de Parral, Chihuahua, al dirigirse a la celebración de un bautizo a bordo de un vehículo Dodge, que él conducía, acompañado por su secretario particular el Coronel Miguel Trillo, además de una escolta de Dorados.
Al dar la vuelta en la esquina de Avenida Juárez, nueve hombres dispararon hacia su carro, sin que su escolta lograra repeler la agresión. El también conocido como Centauro del Norte murió en ese momento. Su cuerpo fue sepultado al día siguiente en el panteón civil de Hidalgo del Parral.
En 1966 su nombre fue colocado con Letras de Oro en el recinto de la Cámara de Diputados. En 1976 sus restos fueron exhumados por Decreto Presidencial y trasladados a la capital de la República para ser depositados en el Monumento a la Revolución.