Sin importar los 40° grados, la temperatura máxima de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó la reinauguración del estadio de esta ciudad fronteriza para jugar béisbol con los gobernadores de Sonora, la saliente Claudia Pavlovich y el entrante Alfonso Durazo.
El primer bat al turno fue la gobernadora Pavlovich, quien logró conectar la bola en su segundo intento, el cual festejó como si hubiera sido home run. El presidente López Obrador, como coach de Grandes Ligas, aplaudió el desempeño en el bat de Pavlovich y le dio el turno al segundo bateador.
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El gobernador electo de Sonora, Alfonso Durazo, fue más perseverante y al primer intento conectó la bola al jardín central. El morenista fue más prudente en su festejo y paso el bat al presidente López Obrador, quien había dicho unos minutos antes que terminaría el evento para macanear.
El picher, el presidente municipal de San Luis Río Colorado, Santos González, lanzó una bola lenta y generó el primer strike; la segunda y tercera fue igual y ponchó al presidente.
En su segundo turno al bat, el mandatario sacó la casta y en su segundo intento pegó un batazo al jardín izquierdo.
El presidente dio terminado el juego y se llevó el bat que le regaló el presidente municipal, con su nombre grabado en la madera. Antes, todos habían reinagurado este estadio, cuya ampliación costó 57 millones de pesos. El mandatario se dirige a Sonoyta, a un nuevo evento.
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