El valor de los predios 19 y 23, de Oztoyahualco, Teotihuacán, donde un particular realizó obras sin autorización, es menor a los deterioros que se ocasionaron al patrimonio arqueológico mexicano, pero pueden ser entregados al INAH o expropiados “en vía de reparación del daño”, aseguró el director del organismo, Diego Prieto.
“El presunto responsable tendrá que responder ante la justicia y veremos qué se hace con los predios, probablemente tengan que ser entregados al Instituto o pudieran ser objeto de expropiación, pero quizás ni eso se requiera porque, efectivamente, el responsable tiene que pagarlo con pena corporal y multa hasta por el valor del daño ocasionado y, evidentemente, el costo supera, con mucho, el de los predios que tiene en propiedad”, dijo el funcionario en una reunión virtual con medios.
En dos acciones para suspender las obras, indicó, se logró notificar al propietario “de la necesidad de dar paso al diagnóstico de daños por parte de los peritos y los arqueólogos del INAH”.
En un segundo operativo, se realizó “el aseguramiento de los terrenos, de las construcciones, de la maquinaria y de los vehículos que estaban en estos predios”.
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Las parcelas 19 y 23 se localizan en el perímetro B de conservación de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y “donde puede existir propiedad privada, pero no se permiten las construcciones, todo tiene que estar autorizado por el INAH”.
Agregó que ahora “de lo que se trata es de que se pueda consignar la carpeta que lleva adelante la Fiscalía General de la República para la investigación de actos presuntamente constitutivos del delito de detrimento a monumentos arqueológicos”.
Por Luis Carlos Sánchez
DZA