PUEBLA

Socavón devora 2 años de esfuerzo de la familia Sánchez

Los Sánchez salieron del terreno que compraron para dejar de rentar; ahora viven en una casa alquilada

NACIONAL

·
A punto de caer está la construcción cercana al enorme hoyo. También se han perjudicado los cultivos aledañosCréditos: Foto: Especial

Magdalena Xalamihua y Heriberto Sánchez reunieron sus ahorros y, hace dos años, adquirieron un terreno en los campos de cultivo de la junta auxiliar de Santa María Zacatepec, en el municipio de Juan C. Bonilla, Puebla. Hoy viven en la incertidumbre luego de que, el 29 de mayo, la tierra se cimbró y desapareció parte de su propiedad.

La casa estaba en proceso de construcción, explicó Magdalena: tenía cuatro recámaras, un patio grande y una zona de lavadores. Pero ahora, en cualquier momento, se podría venir abajo ante la creciente del socavón; el viernes una de las bardas colapsó.

La zona se ha convertido en un búnker de investigación, rodeada por la Policía Estatal y la Sedena, con un camper del IPN que busca hallar las causas del socavón.

“En sólo unas horas, el socavón pasó a 10 metros de diámetro, pero a la media hora duplicó su tamaño, y a partir de ahí los estruendos no dejaron de escucharse”, recuerdan los Sánchez Xalamihua, a los ahora que les preocupa su patrimonio.

La familia, formada por Magdalena y Heriberto, sus dos hijos menores de edad, y los abuelos paternos, reside, por el momento, en una vivienda de la cabecera municipal que alquiló el ayuntamiento, en lo que se define la situación de los predios.

Son originarios de Veracruz. Hace nueve años la pareja llegó a Puebla; siete de ellos, rentó y hace dos, compró y construyó en el terreno, el cual dedicaban al cultivo de legumbres que luego vendían.

Ahora zona es una atracción turística, pues las personas llegan hasta el margen de seguridad para tomarse una foto con el socavón de fondo. La situación ha sido aprovechada por los lugareños, como Martín Torres, que vive a unas cuadras y ahora vende bebidas y dulces.

Juan Martínez es residente del norte de Puebla. No pudo evitar la curiosidad para conocer el socavón. “Es impresionante ver lo que la naturaleza puede hacernos”, afirmó.

POR CLAUDIA ESPINOZA

dza