Los contagios y muertes por COVID-19 entre el personal de Salud bajaron en lo que va de este año; sin embargo, el impacto de la pandemia en ese sector no ha cesado a pesar de que fue considerado como el de mayor prioridad para la vacunación.
Las defunciones y contagios en este grupo de población son un elemento más para insistir en vacunar cuanto antes a todos los trabajadores sanitarios, señalaron expertos.
En México se han confirmado 237 mil 685 casos de SARS-CoV-2 en personal de Salud, casi 10 por ciento del total de casos detectados al 31 de mayo, fecha de corte del reporte más reciente de la Secretaría de Salud.
En la semana 1 de este año (del 3 al 9 de enero) se alcanzó la cifra máxima de contagios en el personal de Salud, con ocho mil 754.
Desde entonces hay una tendencia a la baja y al corte de la semana 21 (24 al 30 de mayo) se habían registrado sólo 183 casos. En cuanto a las defunciones, tres mil 940 trabajadores de la salud han perdido la vida por COVID-19. México es uno de los países con más muertes en este sector en el mundo.
La semana del 17 al 23 de enero registró la cifra máxima de muertes en personal sanitario con cerca de 170. A partir de ahí, ha habido una tendencia a la baja hasta registrar 20 muertes o menos por semana.
Mauricio Rodríguez, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, dijo que las autoridades han retrasado “de forma injustificada” la vacunación de todo el personal de salud.
“Esperar a que se vacunen por grupo de edad no está bien, son trabajadores que siguen atendiendo a personas enfermas”, señaló.
"Aclaró que faltan datos para poder decir que todas las muertes ocurridas después del inicio de la vacunación eran prevenibles, pues no se sabe cuántos contagios y muertes son de personal en activo, ni si se contagió en su trabajo o no."
Sin embargo, señaló que es indispensable vacunar ya a todo el sector, además de que tres de cada 10 tienen comorbilidades.
Por Gerardo Suárez
PAL