PIENSA JOVEN

Una apuesta por el pasado, la política energética de la 4T

En las próximas elecciones considero que lo más saludable es razonar nuestro voto

NACIONAL

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Créditos: Foto: Freepik.es

En El Jugador de Dostoievsky se retrata la historia de Alekséi Ivánovich, quien era adicto a la emoción, la intriga, el riesgo y la promesa de cuantiosas fortunas que le ofrecían las apuestas y los casinos. El comportamiento del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no es del todo diferente al de aquel malaventurado personaje, pues muchas veces les interesa más la persecución de poco certeros y jugosos objetivos antes que incrementar la certeza en temas que van desde la seguridad pública hasta la agenda contra el cambio climático. Esa es, después de todo, la trampa en la que cae todo jugador de las casas de apuesta: el sacrificio en el corto plazo por la promesa de obtener algo mayor en la siguiente tirada.

La apuesta energética de la 4T es muy sencilla, al igual que regresiva y peligrosa, pues buscan incrementar el control que tiene el gobierno sobre la industria de hidrocarburos y de la electricidad con el objetivo de incrementar sus ingresos y así poder financiar todo tipo de proyectos. Justamente como se hacía durante la época del llamado auge petrolero. Para ello se ha recurrido a los más variopintos, e ilegales, mecanismos para desarticular a las empresas que ya comenzaron a operar en territorio mexicano. 

Resulta importante mencionar que son estas empresas las que cuentan con el capital suficiente para poder generar energía amigable con el medio ambiente y con procesos tecnológicos eficientes que implican una reducción en el precio final a los consumidores. La nostálgica apuesta implica entonces ir en contra de los privados obstaculizando el alcance de dos objetivos que deberían ser prioritarios por sí solos: la protección al medio ambiente y la reducción de precios de productos energéticos a los consumidores. 

Un ejemplo es la aprobación de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, la cual relega al segundo plano a los productores de energías limpias y le da prioridad a CFE, con su energía cara y sucia. En medio de la crisis económica más grave de la que hay registro, la CFE y el gobierno mexicano nos obligan a consumir energía eléctrica más cara y más sucia con tal de favorecer la esencialmente fallida búsqueda en el incremento de ingresos por la industria petrolera.    

El más reciente periodo ordinario del Congreso nos ha traído la aprobación de ésta y de otra iniciativa de reforma, Hidrocarburos, que son abiertamente inconstitucionales. No solamente son perjudiciales, sino que la mayoría de Morena en el Congreso aprobó dichas reformas prácticamente sin cuestionar nada de ellas. Tal como fueron enviadas por el ejecutivo, fueron aprobadas. 

En las próximas elecciones considero que lo más saludable es razonar nuestro voto en función de seleccionar al representante que más posibilidades tiene de ser un efectivo contrapeso a la aplanadora Morenista en el Congreso. No sirve de nada que Morena postule buenos candidatos, muchos sí que lo son, a la Cámara de Diputados si finalmente se impondrá la línea oficialista. Especialmente, no votemos por personas que abierta y descaradamente apuestan por el retroceso, a costa de nuestro futuro y bienestar. 

mgm