Pese a que el 30 de octubre de 2020 el gobierno de la Ciudad de México anunció que estaba por implementar la aplicación de pruebas rápidas de COVID-19, la alcaldía Gustavo A. Madero se adelantó a este plan y pagó de más por los exámenes.
De acuerdo con dos contratos, que tuvieron vigencia entre el 13 de noviembre y el 31 de diciembre de 2020, la demarcación encabezada por Francisco Chíguil pagó dos millones 99 mil 600 pesos por cuatro mil 525 pruebas, o sea 464 pesos por cada una.
En ambos documentos, firmado por el director de Administración, Pablo Trejo Pérez, señalan que la adquisición se hizo a través de Technological Links S.A. de C.V.
En el anexo de los contratos se precisa que la marca de las pruebas rápidas para detectar la presencia del virus SARS-CoV-2 es Certum Dianostics.
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Sin embargo, el 20 de noviembre la Secretaría de Salud de la Ciudad de México inició la toma de pruebas rápidas de antígeno para la detección de COVID-19 en 25 macroquioscos en las 16 alcaldías.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, informó que habían invertido 160 millones de pesos para la adquisición de un millón de pruebas; es decir, 160 pesos por cada una.
El 27 de noviembre de 2020, el director de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública, Eduardo Clark, explicó la contratación.
“Abbott tienen un precio de uso justo para gobierno global de 160 pesos por prueba, que es considerablemente menos que lo que pagamos por cualquier prueba de la ciudad.
“Evidentemente, lo que hemos hablado con ellos es que, ante esta solicitud de 1 millón de pruebas, ante esta escala, poder negociar un poco el precio, pero, de entrada, el precio de mercado disponible a cualquier comprador de gobierno, es 160 pesos”, afirmó.
Eso significa que la demarcación pagó 464 pesos por examen, mientras que el gobierno local destinó 160 pesos.
Desde el 12 de junio se consultó a la alcaldía GAM sobre el tema; sin embargo, al cierre de esta edición no hubo respuesta.
Por Carlos Navarro
PAL