SALUD MENTAL

Salud mental: Un derecho que debería ser parte de la canasta básica del mexicano

El derecho a la salud mental necesita mayor inversión y recursos. Personas y gobiernos toman enfermedades como la depresión o ansiedad a la ligera, invertir en su acceso es una de las decisiones más importantes y rentables

NACIONAL

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Derecho a la salud mental Foto: INAPAMCréditos: INAPAM-Gobierno Federal

Para combatir “la injusticia de no tener lo más elemental” la canasta básica mexicana recibió hace poco una ampliación más allá de la alimentación. La añadidura de artículos de higiene personal y limpieza a precios preferenciales nos acerca un poco más una vida digna y de bienestar. ¿Qué más nos hace falta para llegar a esta meta?: acceso a la salud mental.

¿Cuántos mexicanos tienen acceso a la salud mental? La salud es de difícil acceso, más de 15 millones de personas en México padecieron enfermedades mentales durante 2018, pero sólo 3% de ellas buscó ayuda profesional.

Falta de empatía

¿Por qué será que la salud mental es de tan difícil acceso? El obstáculo principal es la visión popular de enfermedad y salud mental. A ojos de la gran mayoría, la psicología y psiquiatría son solo para casos serios, ¡sólo para la clara locura!.

La tristeza crónica, la ansiedad que no da cuartel, o el enojo que no parece ceder, son asuntos que solo necesitan de “echarle más ganas”, pues en la opinión popular, explícita o implícita, se ha dibujado durante muchos años una paralela entre terapia y “debilidad”. Lo cierto es que la ansiedad, la depresión, la ira y la desesperanza son inmunes a la voluntad humana. Facilitar el acceso a la salud mental demanda comunicar y enseñar que las dolencias de la mente son igual de válidas que las del cuerpo.

La terapia que es terapia, funciona

Lograr acceso a la salud mental requiere que en primer lugar queramos entrar. El tratamiento funciona, pero tiene que ser justo eso: tratamiento. Es común pensar que la terapia no es distinta a las palabras de aliento de nuestros seres queridos, que motivan un par de días, pero que no arreglan el problema.

Una conversación no reemplaza al tratamiento, no importa cuánta confianza exista, hay verdades incómodas y dolorosas que no podemos compartir a quienes amamos. El consultorio abre un espacio de total libertad, aceptación y honestidad para explorar temas que no nos atrevemos a mencionar, a veces ni siquiera con nosotras o nosotros mismos.

Invertir en salud mental

Durante casi una década, solo el dos por ciento ha sido la proporción del presupuesto federal destinado a salud mental, y de esa micrométrica cantidad, el 80% se usa para la manutención de hospitales psiquiátricos. Pero la enfermedad mental no solo está en los psiquiátricos.

La depresión y la ansiedad son las principales causantes de años de vida sanos perdidos, vulnerando no solo nuestra calidad de vida, también la economía del país.

Al año se pierden 16 mil millones de pesos por el pobre desempeño laboral y los días de trabajo perdidos por la ansiedad y la depresión, una mella económica tres veces más profunda que la de la diabetes o la hipertensión. Incrementar el presupuesto asignado a salud mental, no solo es indispensable, es inteligente.

De acuerdo con la OMS, invertir en salud mental tiene un rendimiento del 400%. Cada peso se quintuplica, tenemos que invertir desde la investigación, hasta la atención de primera línea. De poco servirá transformar la visión hegemónica de salud mental o entender la eficacia de la terapia sin antes mejorar las oportunidades.

La canasta básica mexicana es un cúmulo de indispensables, pero aún tiene espacio para crecer. Nadie puede trabajar en carestía, no se puede criar a las hijas o hijos sin alimentos, y ninguna de las anteriores es posible sin salud. En palabras de la OMS “No hay salud, sin salud mental”

Si usted tiene interés en atender, mejorar o preservar su salud mental, existen servicios de telemedicina y presenciales en: https://gob.mx/salud/acciones-y-programas/centro-integral-de-salud-mental-ciudad-de-mexico-cisame, o a través de la Línea de la Vida: 800 911 2000.

Por: Carlos J. Escalante Vera, Maestro en Neurociencias por University College London y Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Yucatán Twitter @Cerebros_Fuga.