PUEBLA

En Puebla, socavón engulle vivienda; familia afectada recibirá nueva casa

El hogar de la familia Sánchez Xalamiahua cedió, la madrugada de ayer, ante la falla que apareció en Santa María Zacatepec

NACIONAL

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El hogar de la familia Sánchez Xalamiahua cedió, la madrugada de ayer, ante la falla que apareció en Santa María Zacatepec. Foto: Especial Créditos: Especial

Hace días ya había colapsado parte de una barda de la propiedad de la familia Sánchez Xalamihua y, posteriormente, los cimientos de unos de los cuartos; pero la madrugada de ayer, el socavón en Santa María Zacatepec terminó por tragarse la casa.

La vivienda ya había sido declarada como pérdida total y fue vaciada hace algunos días, pues entre los primeros estudios técnicos se esperaba que el hundimiento siguiera creciendo y esto derivara en un inminente colapso de la vivienda.

El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, dijo el viernes que su gestión repondrá la casa en un terreno que entregará la autoridad municipal de Juan C. Bonilla, además de que, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural, se evaluaría la indemnización de los terrenos de cultivo afectados por la falla.

Por el momento, la familia Sánchez habita en una casa que le rentó el ayuntamiento, que también les proporciona alimentación.

NO DEJA DE CRECER

Hasta la noche del viernes, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación, el socavón tenía un diámetro de hasta 126 metros en el eje mayor, y 114 metros en el eje menor, además de una profundidad de 56 metros, incluyendo 45 metros de agua.

Los expertos aún no informan cuál es el origen de la falla. Mientras, policías municipales y estatales resguardan la zona para que no se acerquen los curiosos, pues se reporta la llegada de "turistas".

El pasado 10 de junio se rescataron a los perros Spay y Spike, que habían caído en el socavón y estuvieron en él al menos 72 horas. Lo anterior se logró después de varios intentos por parte de rescatistas adscritos a Protección Civil Estatal y Bomberos de Puebla, quienes tuvieron que enfrentarse a los cambios climáticos de la zona.

Los rescatistas tuvieron que colocar una especie de grúa que les permitió bajar una canastilla al fondo. 

POR CLAUDIA ESPINOZA

MAAZ