En las elecciones más grandes de la historia, el apoyo de la sociedad para legitimar la democracia es significativo, pues el INE informó que cinco mil 535 ciudadanos fueron aprobados para fungir como observadores electorales en los comicios del 6 de junio.
Luego de que el organismo amplió el plazo de registro del 30 de abril al pasado 7 de mayo, se contabilizaron 23 mil 592 solicitudes para este encargo, cuyo objetivo es dar cuenta de cada una de las etapas del proceso electoral.
La participación rebasa a los tres mil 131 observadores aprobados en las elecciones de 2016, cuando se renovaron 12 gubernaturas, aunque está por debajo a los 32 mil 548 avalados para las elecciones federales de 2018, en que se eligió Presidente de la República.
Este año, el Edomex y la Ciudad de México fueron las entidades que registraron mayor interés, con 625 y 511 registros aprobados, respectivamente, seguido de Chiapas, con 384, y Oaxaca, con 354.
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En estas entidades no se elige gobernador. La situación contrasta con Zacatecas, Campeche, Colima y San Luis Potosí, que registran el menor número de solicitudes, 146 en conjunto. Baja California Sur es el estado con menos: sólo 11. Lo anterior, pese a que todas renovarán sus gobiernos estatales.
Mónica González, de la Universidad Autónoma del Edomex, explicó que la figura del observador electoral se formó en las últimas dos décadas del siglo por la desconfianza ciudadana, que hacía este trabajo de manera informal para señalar anomalías en los procesos.
Por José Ríos
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