Será en cinco semanas cuando la empresa noruega Det Norske Veritas (DNV) entregue los resultados de las causas que originaron el desplome de un tramo del viaducto de la Línea 12 del Metro, el 3 de mayo.
La certificadora extranjera, encargada del peritaje, inició la inspección en la zona de desastre y se avoca a crear un grupo de expertos de alto nivel, tanto nacionales como internacionales, para cumplir su cometido.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, indicó que DNV tiene claros los objetivos de la investigación para determinar las condiciones en las que operaba la línea.
“Ellos nos han planteado que los primeros resultados podrían estar en las siguientes cinco semanas y están muy claros los alcances que tienen, (entre ellos) la causa de lo que provocó el incidente del 3 de mayo: un análisis causa-raíz”, expuso. La mandataria garantizó que no habrá impunidad.
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“Vamos a actuar con toda responsabilidad, no importa si hay culpa de empresas, de servidores (públicos). Nuestra obligación ante la ciudadanía es esa, y por eso llegamos al gobierno, es absoluta transparencia, toda la verdad, sanción a los responsables, si es que los hay”, aseguró.
Los peritajes deberán estar basados en evidencia científica, metodologías y pruebas de laboratorio certificadas que tienen que hacerse en total transparencia.
De manera paralela, el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), en conjunto con otras instituciones, culminó una primera inspección física del tramo siniestrado, en la que no encontraron riesgos o fallas estructurales.
Luis Rojas Nieto, presidente del CICM, señaló que el Comité Técnico de Seguridad Estructural no detectó irregularidades que deban atenderse de inmediato.
“Por ahora, cuando hay un reporte de ese grado tipo ‘A’ se informa inmediatamente al Instituto de la Seguridad de las Construcciones, que es nuestro portavoz, pero hasta el momento no se ha encontrado nada”, afirmó.
De acuerdo a la clasificación nacional de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, los puentes se clasifican de grado “A”, donde hay una vulnerabilidad que puede evolucionar a grave; “B”, que es una debilidad que tiene que solucionarse a mediano plazo, y como “C”, que hay que atender con un mantenimiento menor.
Por Almaquio García
PAL