CADA QUIEN SU PANDEMIA

Adultos mayores frente al COVID-19: Don Ignacio se mantiene vivo gracias a su trabajo I VIDEO

La pandemia por COVID-19 ha afectado sus ingresos y por el aislamiento ha vivido momentos depresivos; sin embargo su empleo lo mantiene vivo

NACIONAL

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Créditos: Foto: El Heraldo de México

En la esquina de Paseo de la Reforma y Río Misisipi, en la Ciudad de México, todos los días se instala don Ignacio Ramírez para lustrar calzado. Este es su trabajo desde hace 20 años, por cada “boleada” cobra 20 pesos, el dinero que gana lo ocupa para comer y pagar un lugar en donde guarda su carrito con todo el material que utiliza para trabajar. 

La pandemia por el nuevo coronavirus afectó sus ingresos desde el primer llamado que hizo el gobierno federal para quedarse en casa, ante la contingencia de salud.

“Si somos positivos nos ha dejado una gran experiencia, aprendimos a ahorrar por si hay más rebrotes, si gano 20 pesos, guardo diez para que no nos amuele”, explicó el señor de 80 años de edad en entrevista con El Heraldo de México.

Don Ignacio invierte al rededor de 70 pesos diarios para trabajar, paga transporte, un lugar para guardar el carrito y una torta, el señor vive sólo; sin embargo el dinero que gana apenas le alcanza. 

“Si tuviera familia simple y sencillamente no podría darles nada porque no está saliendo nada, soy solito pero de todos modos no alcanza para nada”, comentó.

Vivir solo y en pandemia ha provocado que el señor Ignacio tenga momentos depresivos.

“Platico con mi esposa y mis hijos, (un par de gatitos), en sentido figurado porque ya no viven, ya murieron. Cuando llego a casa le pregunto a mi esposa ¿qué hubo de nuevo?, ¿cómo se portaron los niños?, pero después de contestarme a mí mismo, caigo en depresión, dijo. 

A don Ignacio lo mantiene vivo su trabajo, instalar su carrito, “bolear”, ver a las personas pasar. Pese a las dificultades económicas y emocionales, no pierde la sonrisa por completo, a cada cliente le da su tiempo para escucharlos, para dar consejos o contar un chiste.

“Aquí me alimento de la gente que pasa, de la gente que sonríe, de la gente que se ve que tiene proyectos”, concluyó. 

Por: Arturo Vega Vivanco

mgm