Con 635 carpetas de investigación por delitos de violación durante 2020, Quintana Roo registró el mayor índice de casos por este crimen en los últimos cinco años.
La incidencia por este delito aumentó 141 por ciento, en comparación con lo registrado en 2019, cuando sumaron 263 denuncias, y hasta un 366 por ciento más a lo compilado en 2018, con 136 investigaciones por violación.
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La incidencia de violaciones registradas en 2020, se acerca a las de hace cinco años, cuando en 2015 hubo 530 registros, mismos que decrecieron durante 2016 y 2017, años en los que se registraron 255 y 220 carpetas de investigación, respectivamente.
Desde 2017, Quintana Roo cuenta con Declaratoria de Alerta de Género por violencia contra las mujeres en los municipios de Benito Juárez y Cozumel. Un año después, la notificación se expandió a las localidades de Felipe Carrillo Puerto y Othón P. Blanco.
Entre los municipios que destacan en este delito, de acuerdo con cifras oficiales, está Cancún, que encabeza los casos, con 327, así como Othón P. Blanco, que sumó 83 durante este año de contingencia.
La entidad también mantuvo índices altos en materia de feminicidios al registrar 15 casos durante este 2020, uno menos a lo reportado en 2019 y sin reducir la tasa en 2018, cuando se sumaron ocho averiguaciones previas por este delito.
Los crímenes contra las mujeres han desatado las protestas de colectivos, que han salido a las calles para demandar justicia.
Al finalizar el primer mes de 2021, la Red Feminista Quintanarroense, que mantiene un plantón en Congreso estatal, identificó cuatro muertes violentas contra mujeres, así como 12 desapariciones, de las cuales 11 son menores de edad y una persona de 39 años.
“No olvidemos las muertes de muchas en modalidad de feminicidio, ligado al crimen organizado y que al ser tachado de homicidio doloso se invisibilizan”, afirmaron este lunes las integrantes de la red.
En noviembre pasado, el gobernador Carlos Joaquín admitió que en la entidad los actos de violencia de género se cometen desde la índole familiar.
Por José Ríos
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