Emile, de origen Haitiano labora como cargador en los nuevos mercados de Tampico, el único sitio donde pudo encontrar empleo, tras su llegada a Tampico; tiene tres meses varado en Tamaulipas y ahora vive su sueño mexicano.
Tiene el propósito de obtener su residencia mexicana y que le permitan trabajar para enviar recursos a su familia, cada martes acude al Instituto Nacional de Migración para firmar y acreditar su permanencia en la ciudad porteña.
Emile, quien habla un poco de español, señaló que los empleos que les ofrecen no son bien pagados, pese a ello agradece la oportunidad de poder tener un ingreso para solventar gastos de renta de casa, alimentación y servicios.
Conseguir trabajo es toda una odisea para ellos, aunado a que los salarios son bajos, por ejemplo, en el mercado de Tampico la paga diaria va entre los 150 a 200 pesos, es decir, menos de 10 dólares.
"Allá no hay posibilidades de trabajo, está muy difícil, hay muchos problemas en el país, por eso salimos de Haití, a buscar una mejor vida y ayudas a nuestras familias que no pueden salir, que se tuvieron que quedar allá", explicó Emile.
Su jornada empieza de madrugada y se le puede ver con un "diablito" trasladando frutas y verduras o bien acomodándolas en el puesto donde le dieron trabajo, y donde despacha alegre a sus clientes.
Cabe señalar que hasta el momento son seis los extranjeros que están laborando en los nuevos mercados de Tampico, quienes están aprovechando la oportunidad que les dieron los locatarios, por ejemplo Lusala, quien atiende una fonda de comida rápida.
A ellos se suman grupos se migrantes que venden dulces, también café y yogurt preparado, y en varios locales comerciales de la zona centro, donde pese a la barrera del idioma se les da la oportunidad de poder trabajar.
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