ELISA XOLALPA

Indignación por sentencia a agresor de Elisa Xolalpa, la mujer atacada con ácido en 2001

El juez Adolfo Rodríguez Campuzano decidió dictar cinco años de sentencia y todos los beneficios de libertad condicional a Javier Ediberto “N”

NACIONAL

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Manifestación del Colectivo Grupo de Acompañamiento "Todas Somos Elisa".Manifestación del Colectivo Grupo de Acompañamiento "Todas Somos Elisa". Foto: Especial Créditos: Foto: Especial

Este viernes 10 de diciembre a las 13:30, el Colectivo Grupo de Acompañamiento "Todas Somos Elisa" convocaron a los medios de comunicación a una conferencia de prensa, a las afueras del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, en Av. Niños Heroes 119.

¿Veinte años de espera, para que el juez le de 5 años y todos los beneficios para que salga con libertad condicional a mi agresor, eso es justicia?”, dijo Elisa Xolalpa.

El pasado 9 de diciembre, en la audiencia de individualización y reparación, el juez Adolfo Rodríguez Campuzano decidió dictar cinco años de sentencia y todos los beneficios de libertad condicional a Javier Ediberto “N”, quien en 2001 intentó asesinar a Elisa Xolalpa y como mecanismo de tortura le vertió ácido sobre el 40% de su superficie corporal. Durante 20 años Javier Ediberto “N” y su familia han violentado a Elisa.

En noviembre de 2020, Javier Ediberto “N” fue detenido, pero de manera inmediata fue rescatado por sus hermanos y se dio a la fuga cuando se encontraba esposado en el vehículo de la policía ministerial. Antecedente que el Juez Júpiter López Ruíz tomó como argumento principal para dictar medidas cautelares de prisión preventiva, pues argumentó que Javier Ediberto “N” nunca se presentó a los llamados de la autoridad y en el momento de la detención se dio a la fuga. Pese a estos antecedentes el juez Adolfo Rodríguez Campuzano le ha dado el beneficio de la libertad condicional.

“Muchas gracias Señor Juez” fue la respuesta de Javier Ediberto “N” al escuchar el fallo en su favor, pese a todos los elementos de prueba y las visibles cicatrices de las lesiones que le causó a Elisa en 2001.

A pesar de que la defensa no logró comprobar la veracidad de ninguna de las 55 pruebas, de que durante todo el proceso los abogados de la defensa y la familia difundieron contenido personal y delicado de los peritajes en materia de psicología y antropología social en la comunidad, aún así el juez, sin argumento alguno le concedió todos los beneficios al agresor.

Hablamos de una violencia continuada, pues desde el 12 de noviembre de 2001 y hasta ahora, Javier Ediberto “N” y su familia no han dejado de agredir a Elisa, a sus familiares y redes cercanas. La sentencia del Juez Aldolfo Rodríguez Campuzano vuelve a sellar el pacto de 2 impunidad y el pacto patriarcal que atenta contra la vida de las mujeres de San Luis Tlaxialtemalco y de todo el territorio en México, una vez más se refuerza el mensaje de que la violencia contra los cuerpos de las mujeres es tolerada y justificada por los jueces.

En estos actos, además de Elisa y su familia, hay otras víctimas comunitarias que las autoridades deben de reconocer, aquí por ejemplo, el trabajo de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México sería muy importante pues evidencia que la falta de actuación, investigación con perspectiva intercultural ante un hecho de violencia directa, se transforma en un conflicto que afecta a toda la comunidad.

El caso de Elisa también es un reflejo de las características de la violencia en los pueblos originarios, en donde no solo es la víctima y su familia la afectada, también toda la comunidad sufre una fractura, esto no solo pasa en San Luis Tlaxialtemalco, sino en lugares como Milpa Alta, otros Pueblos de Xochimilco y Tláhuac o contextos rurales en donde la violencia feminicida está aumentando y las víctimas y son redes cercanas son violentadas al querer denunciar los hechos.

Finalmente consideramos que ante los hechos de violencia que no solo dañaron a Elisa y su familia, sino también dejaron una marca permanente en toda la comunidad, donde el temor aún persiste y las dinámicas culturales y las relaciones comunitarias se han visto afectadas es indispensable que la Comisión de Derechos Humanos, para investigar, pero también para buscar formas de reparación del daño y garantías de no repetición, estas acciones deben de ser construidas desde y con las víctimas, así como con personas especialistas en la materia.

DRV