Organizaciones de la sociedad civil denunciaron intercambio de disparos entre los municipios de Aldama y Chenalhó, que originaron el desplazamiento forzado de comunidades indígenas que se refugian de la violencia en las montañas de Chiapas.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) dijo que desde el pasado 1 de noviembre documentaron al menos 47 ataques con armas de alto calibre que propició el desplazamiento forzado de aproximadamente 3 mil personas de las comunidades de Chayomte, Juxton, Stzelejpotobtik, Chivit, Yeton, San Pedro Cotzilnam, Tabac, Coco y una parte de Xuxchen.
El Comité Digna Ochoa con sede en los Altos de Chiapas, desmintió que sea Chenalhó el que ataque a las comunidades de Aldama, dijo que se trata de un intercambio de disparos entre ambos municipios.
“Se voló la barda el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas con sus redes y medios aliados con lo de múltiples ataques vs Aldama y un montaje de miles de desplazados. Les urge montar un escenario de guerra para fondos”, dijo en sus redes la organización.
Esto, referente a la información difundida por medios de comunicación que dividen y etiquetan a los municipios en “los buenos y los malos”, “si fueran 3 mil desplazados dejaría totalmente despoblado el municipio” que tiene 4 mil 900 habitantes aproximadamente.
Para el Comité Digna Ochoa hay evidencia de grupos armados en Aldama y Santa Martha, Chenalhó, pero, como organización, buscan documentar a las víctimas de emboscadas, que han sido blanco de disparos desde distintas trincheras, “no de los grupos armados”.
“En Chiapas hay focos rojos, pero nada cercano a una guerra civil como inducen el EZLN y su entorno como el Frayba. Que además protege a grupos paramilitares en Venustiano Carranza”.
En este tenor, El Heraldo de México platicó con algunos habitantes de Crushtón, Aldama, quienes argumentaron que fueron desplazados por los disparos que realizan en ambos municipios y por el temor de ser heridos como ha sucedido en otras ocasiones.
Agregaron que el conflicto y la violencia también la reciben de manera interna, pues muchos de sus familiares que emigraron a otros municipios, no les permiten ingresar a Aldama, lo que agrava la situación de incomunicación y violencia en la zona.
Este jueves, durante la cobertura de algunos corresponsales de medios nacionales en Aldama, se originaron disparos que amenazaron su labor periodística.
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