En las últimas horas, el gobierno mexicano a través del Instituto Nacional de Migración (INM), deportó a 51 ciudadanos haitianos desde Tapachula hacia Puerto Príncipe.
Los extracontinentales fueron trasladados desde la Estación Migratoria Siglo XXI, localizada al norte de la ciudad, hacia el Aeropuerto Internacional, para ser abordados en un vuelo Charter de manera directa a la capital de Haití.
El Inami guardó absoluto silencio en torno a esta deportación, realizada con apoyo de la Guardia Nacional.
El Inami ha manejado esta deportación como un retorno voluntario de extranjeros a su país de origen, como ocurrió a inicios y mediados de septiembre, cuando dos vuelos más se realizaron desde esta ciudad fronteriza hacia la isla en el caribe.
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La repatriación de los migrantes se da en medio de la movilización de unas cuatro mil personas desde el sur de México hacia el norte del país, en tránsito ahora por el Estado de Oaxaca.
Pese a declarar que se trata de retornos asistidos, la comunidad migrante ha denunciado represión por parte del Inami.
El presidente del Comité Ciudadano en defensa de los Naturalizados y Afromexicanos (CCDNAM), Wilner Metelus, denunció que se trata de un acto inhumano al tratarse de personas que huyeron de su país debido a las malas condiciones de vida y violencia que azota a Haití.
“El gobierno mexicano dice que son retornos asistidos, pero en realidad se trata de deportaciones que van contra la voluntad de los hermanos haitianos, exigimos que se detengan estas deportaciones inhumanas”, subrayó.
Los tres retornos se han dado únicamente en torno a personas de Haití y no de otros países como honduras, Guatemala, El Salvador y Cuba.
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