Durante 2020, el Hospital Mexiquense para la Salud Visual registró una baja de 58.2 por ciento en el número de pacientes atendidos, debido al confinamiento.
Sin embargo, nunca cerró sus puertas e incluso recibió a beneficiarios de otras instituciones, no sólo del Estado de México, también de la CDMX, ya que al convertirse en unidades COVID, no podían brindar el servicio en la capital del país, informó Arturo Castilleja, director del hospital de alta especialidad, ubicado en el municipio de Naucalpan. Precisó que en promedio la clínica realiza cada año 37 mil consultas, las cuales bajaron a 15 mil 467 el año pasado.
En lo que va de este 2021, se empezó a recuperar la afluencia de pacientes, pues al momento suman 20 mil 592 consultas realizadas, y confió en que cerrarán el año con 62 por ciento de la cifra que manejaban antes de la pandemia, es decir, casi 23 mil.
Durante el último año y medio, se realizaron 13 trasplantes de córnea en ese hospital, perteneciente al Instituto de Salud del Edomex (ISEM); además de 567 cirugías y dos mil 770 estudios oculares.
“La cantidad de pacientes que sí tuvimos fue porque hospitales como el Centro Médico de La Raza, Nutrición, Hospital General y Centro Médico, que tienen servicio de oftalmología, al reconvertirse en COVID, no podían atender a pacientes con problemas visuales, por lo que acudían con nosotros al ser un hospital de alta tecnología”, explicó Castilleja.
En el área de rehabilitación, donde se atendía un promedio de mil 600 personas con problemas de visión, recibieron 235 personas en 2020.
El directivo destacó que una de las afectaciones más graves del confinamiento fue que avanzaron padecimientos visuales entre pacientes diabéticos, hipertensos o con enfermedades crónico degenerativas, como glaucoma, hemorragias y retinopatía diabética.
Otros problemas visuales ocasionados por la pandemia fueron las conjuntivitis irritativas e inflamaciones llamadas “perrillas”, relacionadas con el uso del cubrebocas.
Además, el home office y las clases en casa ocasionaron ojo seco y rojo, e incluso miopía en menores de edad por estar frente a una pantalla.
CAR