María Eugenia Campos Galván, gobernadora de Chihuahua, asegura que Javier Correal, el exmandatario estatal dejó al estado una deuda de 75 mil millones de pesos y criticó que no haya evitado el robo o el uso negligente de los recursos de la entidad, de acuerdo con información de El Universal.
Además, criticó los actos de corrupción que se evidencian en la aprobación por parte del Congreso del estado de cinco presupuestos deficitarios, que a la administración actual le heredaran una deuda de 14 millones de pesos con proveedores, que hayan caducado más de 200 millones de medicamentos, que se revisara y contabilizara únicamente el 30 por ciento del total del presupuesto del estado, en lugar de haber iniciado una persecución política en contra del exgobernador César Duarte.
Campos Galván indicó que Corral Jurado no quería que ella llegara al gobierno de Chihuahua porque se daría cuenta del caos, negligencia y nivel de corrupción en que tenía sumido al estado.
En una entrevista con ese medio, Maru Campos aseguró que no "habrá cacería de brujas"; sin embargo, las instancias correspondientes determinarán la situación de Javier Corral y sus colaboradores.
Por otro lado, de acuerdo con información del periódico La Jornada, durante la administración de Corral, al menos 50 personas, entre ellos, trabajadores públicos, empresarios y ciudadanos, fueron obligadas a testificar en contra de varios funcionarios como la actual gobernadora Maru Campus y el exgobernador César Duarte.
Los interrogatorios se realizaban en la Casa de Gobierno en Chihuahua, y de acuerdo con una investigación realizada por La Jornada, aquellas personas que no apoyaran como testigos eran amenazados de ir a prisión, afectar a sus familias o realizar cateos en casas de sus familiares. Además, fueron vigilados tanto física como virtualmente.
Cabe señalar que estos interrogatorios eran supervisados por Corral y el exfiscal César Peniche, mediante un sistema de circuito cerrado.