Los colegios particulares de Jalisco están en apuros. Al menos 180 de ellos han cerrado a raíz de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus y aseguran que pedir apoyos económicos al Gobierno de Jalisco no es opción, por lo que solicitan certeza en el regreso a clases presenciales.
Estiman que cerca de 900 maestros que trabajaban en los colegios particulares perdieron su empleo, mientras que algunos que se mantienen se les paga menos del sueldo pactado, situación que hace insostenible mantener cerrados los planteles, aseguró Rocío Odeth Sánchez Rodríguez, representante de la Asociación de Colegios Particulares.
“Se ha perdido un 30 por ciento de los maestros. Algunos colegios han tenido que pactar a un porcentaje menos de lo que estaban ganando para poder ajustar todos los gastos que se han presentado, estamos hablando de 900 maestros”, explicó Roció Odeth.
El anuncio que emitió el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, sobre el regreso a clases presenciales el 25 de enero, generó ilusión en los propietarios de los colegios particulares, incluso buscaron a padres de familia para hacerles saber de las condiciones sanitarias que contarán en los planteles.
Lamentablemente, los números de la pandemia parecen no ser favorables y esto ha generado incertidumbre entre padres de familia y los mismos colegios particulares.
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“Se perdió un 40 por ciento de matrícula por colegio. Las personas están esperando para enero, nos están hablando los papás y nos dicen: si en enero volvemos, mis hijos están con ustedes, los papás están esperando que los colegios habrán sus puertas. Los colegios estamos dispuesto a dar becas para que los niños puedan seguir con sus estudios y educación”, añadió.
Estima Roció Odeth que la mayor afectación en el cierre de colegios se dio en preescolar y primaria. Han detectado que son los niños de kínder los que más han sufrido las clases presenciales.
En cinco puntos de la ciudad se reunieron maestros y directores de colegios particulares para obsequiar pelotas a los niños, gel antibacterial y cubrebocas con el objetivo de socializar entre los ciudadanos la imagen de que son espacios seguros para sus hijos.
Estuvieron ubicados en el centro de Guadalajara, Tetlán, Plaza del Sol, el cruce de las avenidas México y Américas, así como en González Gallo y Parras.
POR RICARDO GÓMEZ