SECRETARÍA DE SEGURIDAD

Capitalinos se saltan el cierre de Centro Histórico pese a Covid-19

La calle Joaquín Herrera se llena; improvisan "filtro"

NACIONAL

·
DESOYEN. A pesar del llamado a quedarse en casa, cientos de personas acuden al Centro. Foto: Cuartoscuro Créditos: Foto: CUARTOSCURO

A pesar de que el gobierno capitalino suspendió las actividades comerciales no esenciales a causa del COVID-19, este fin de semana, en la calle Joaquín Herrera del Centro Histórico, la venta de juguetes no se detuvo y provocó aglomeraciones.
Sin respetar la sana distancia, algunos sin cubrebocas y gritando, los comerciantes ofrecían también pilas, medias, tacos de canasta, bolsas de plástico, nieves, entre otros productos, mientras la gente pasaba sin preocuparse por los contagios.

Estaban más atentos en encontrar muñecas, carritos, superhéroes, dinosaurios, drones, la pelota o el triciclo que fueron pedidos a Melchor, Gaspar y Baltazar.  

La presencia sorpresiva del vehículo de ordenamiento de la Secretaría de Gobierno, y la docena de camionetas y patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana no fueron suficientes para inhibir la vendimia.

A la llegada de la autoridad, desde República de Venezuela, Leona Vicario y los alrededores, los comerciantes eran alertados a través de walkie talkies para recoger sus puestos improvisados con plásticos, rejillas y mesas de cartón.

Cuando pasaban los vigilantes, salían nuevamente de las camionetas, vecindades y locales donde se ocultaban, para ocupar nuevamente sus espacios, siempre en alerta ante otro aviso.

Un cerco con vallas y elementos policiacos que se colocó desde República de Argentina provocó que la gente, para poder ingresar a la calle Joaquín Herrera, tuviera que rodear hasta Abelardo Rodríguez por avenida Circunvalación.  

A pesar de la presencia policiaca, en este último punto, un grupo de personas controlaba el acceso. Con una cinta restringió el paso, para formar una fila y colocarle a los compradores gel antibacterial, a cambio de una “cooperación voluntaria”.

Karen Flores reconoció que la situación económica ha sido “muy dura” este año y, aunque les preocupa la posibilidad de contagiarse de COVID-19, tienen que salir a vender su mercancía para sobrevivir.

“Si nos encerramos, ¿de qué vivimos?. Tenemos que salir a luchar para poder comer”, expresó.

Próspero Romero se quejó de que las autoridades capitalinas no los dejan trabajar, y la situación económica, de cara al Día de Reyes, se ve complicada.

Por Almaquio García