Grupos radicales de mujeres encapuchadas lograron burlar los vallas instalados frente a Palacio Nacional, el cual es resguardado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Armadas con diereis objetos, se los arrojan a las mujeres uniformadas, quienes crearon un cerco para proteger la entrada del recinto de los ataques.
Asimismo intentaron vandalizar, con pintas y petardos, la Catedral Metropolitana, en la que dos hombres resultaron pintados en todo el cuerpo en su afán por defender la entrada.
De manera extraoficial se dio a conocer que una de las mujeres de este grupo le arrebato su celular a un hombre de la tercera edad, quien se encontraba documentando los hechos.
La reacción del hombre fue perseguirla para recuperar su dispositivo; la encapuchada lo tiró al suelo. Sin embargo, cuando lo recuperó, otras mujeres comenzaron a golpearlo.
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