La Reforma Laboral, una de las prioritarias para el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue aprobada en el Senado, luego de más de cinco horas de discusión ante el Pleno. Con 120 votos a favor y dos abstenciones fue aprobada en lo general.
La reforma incluye cambios a las leyes Federal del Trabajo, del Seguro Social, Orgánica del Poder Judicial, de la Defensoría Pública y del Infonavit, relacionados con la libertad sindical y la justicia laboral.
“Es resultado de una larga lucha de los trabajadores mexicanos por la democracia y la libertad sindical, por el salario y mejores condiciones de vida. Responde también a los compromisos del Estado derivados de la reforma constitucional de 2017”, dijo Martí Batres tras su aprobación.
Entre los cambios que prevé la Reforma Laboral está el que las diferencias laborales entre empleado y patrón no serán resueltas por las Juntas de Conciliación y Arbitraje, sino por tribunales especializados por crearse todavía.
Incluye la garantía de que los dirigentes sindicales sean electos por voto secreto y ya no se permitan elecciones por aclamación. Incluso, obliga a las dirigencias sindicales a renovar constantemente la representatividad de sus agremiados. Esta representatividad la obtienen siempre y cuando cuenten con el apoyo de 90 por ciento de sus representados.
Por IVÁN RAMÍREZ Y RICARDO ORTIZ