En redes sociales se viralizó un video estremecedor y de violencia contra la mujer, cuando una menor de 16 años sufrió un grave incidente tras ser víctima de un robo perpetrado por dos sujetos en motocicleta. El hecho ha conmocionado a la comunidad local y ha resaltado preocupaciones sobre la seguridad y el sistema de salud.
El incidente fue grabado por cámaras de seguridad, el clip que tienen una duración de 28 segundos captó justo el momento en que dos delincuentes robaron a la menor que salió a comprar a una tienda cercana a su casa en la localidad de Antonio Nariño, en Bogotá.
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De acuerdo con declaraciones de Marleny Sánchez, tía de la joven afectada, los hechos ocurrieron cuando su sobrina sacó su celular, la joven fue abordada por los delincuentes, quienes le arrebataron el teléfono y, al mismo tiempo, sujetaron su mochila. Como la mochila estaba cruzada en su cuerpo, la menor no pudo liberarse, lo que resultó en que fuera arrastrada por la motocicleta durante al menos dos cuadras. Este violento acto dejó a la joven con serias heridas debido al roce con el pavimento y los movimientos bruscos del motociclista.
Menor no fue atendida en el hospital y hoy se reporta grave
Vecinos de la zona intervinieron rápidamente y lograron que la menor fuera liberada. La ambulancia la trasladó al hospital más cercano, donde fue atendida. Sin embargo, la situación en el Hospital Santa Clara dejó mucho que desear, según la tía de la víctima. Sánchez relató que, en lugar de recibir una atención adecuada, la joven fue maltratada en el centro médico, con ropa rasgada y sin una atención oportuna. La joven permaneció sentada en una esquina mientras su madre buscaba ayuda desesperadamente.
A pesar de las quejas y el evidente malestar de la familia, el personal del hospital solo realizó una radiografía de la cadera y el pie, sin ofrecer curaciones adecuadas. La joven fue dada de alta con la indicación de ser bañada con agua fría y aplicar vaselina, pero su condición no mejoró.
El jueves, la salud de la joven empeoró, porque se desmayó y no comía, por lo que nuevamente fue llevada de urgencia al hospital La Misericordia. Allí, su pronóstico es crítico y se ha determinado que las lesiones que inicialmente parecían raspaduras se han convertido en quemaduras graves. Actualmente, la menor requiere baños, limpiezas y curaciones constantes, y se está a la espera de una posible cirugía según el avance de su recuperación.
Este trágico incidente no solo destaca la brutalidad de los actos delictivos, sino también las deficiencias en la atención médica que recibió la joven, poniendo de manifiesto la necesidad urgente de mejoras en los servicios de salud y seguridad en la comunidad.