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Tras diez años, los Tártaros pelean por su libertad en Crimea

A una década de la anexión, buscan su autodeterminación

MUNDO

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A una década de la anexión, buscan su autodeterminación Créditos: Foto: Especial

Este año se cumple una década que Rusia se anexionó a Crimea y la ha venido utilizando como vitrina para mostrar al mundo sus ambiciones imperiales pero el pueblo tártaro ha sido de los más reprimidos por reclamar su autodeterminación y la unidad de Ucrania.

El primer vicepresidente del Mejilis (Congreso del Pueblo Tártaro), Nariman Dzhelyal, dijo en entrevista con El Heraldo de México que “tras estallar la revolución ucraniana a finales de 2013, Crimea era la zona más rusificada de Ucrania".

“Crimea fue la única región de Ucrania que la población ruso-hablante constituía más de 50%, según el censo de 2001”, destacó Dzhelyal y aseguró que su rusificación se produjo después de la deportación de los tártaros búlgaros, griegos y alemanes de esa zona entre los años de 1941 y 1949”.

El periodista señaló que la presencia de la Armada rusa en Sebastópol fue la causa por la cual siempre Crimea estuvo en el foco de la atención de Rusia.

Aclaró que Rusia invirtió bastante en Crimea en el desarrollo de la infraestructura con la construcción o renovación de carreteras viejas, de dos centrales termoeléctricas, un nuevo aeropuerto internacional en Simferópol, escuelas y hospitales.

Todo esto no se hace desde el presupuesto local, sino a través de un programa federal ruso, se realiza con una intención. “Crimea junto con la República Chechena son las regiones más controladas económicamente de Rusia”, aclaró Dzhelyal.

“Crimea para Rusia es una especie de escaparate para lucir sus ambiciones imperiales en detrimento de otras regiones de Ucrania y destacar sus supuestos logros”, dijo.

Pero a la par, Dzhelyal denunció que “tras la invasión comenzó a destacar el sistema autoritario de Rusia, nos tropezamos con limitaciones para la actividad periodística y para las organizaciones cívicas, con restricciones a la libertad de expresión, de reunión o de celebrar eventos públicos”.

El entrevistado dijo que con la invasión integral de Rusia a Ucrania, en febrero de 2022, la situación empeoró. “Ahora cualquier intento por más inofensivo que sea en apoyo a Ucrania comenzó a ser perseguido de manera administrativa o criminal”.

“Se registró una presión particular por parte de Rusia sobre la población indígena de Crimea, que son tártaros y que la consideran como su patria”, dijo Dzhelyal.

Aclaró que es cierto que en 2014, la mayoría de los tártaros de Crimea apoyaron la integridad territorial de Ucrania y se pronunciaron en contra de la ocupación. Por eso fueron expulsados sus líderes, entre ellos Mustafa Dzhemilev y Refat Chubarov, jefe de Mejilis (que existe desde el año de 1991).

El apoyo de este organismo a la integridad territorial de Crimea hizo que la Federación Rusa, en 2016, sentenciara al Mejilis como una organización extremista. “Otros dos líderes de esta organización, Aziz Akhtemov y yo, fuimos perseguidos y encarcelados en Rusia”.

"El motivo oficial de mi arresto y detención fue un supuesto caso de sabotaje y explosión de un gasoducto en una de las regiones de Crimea, por el que fui procesado, pero la verdadera razón fueron mis actividades públicas como periodista en 2014, en apoyo de la integridad territorial de Ucrania".

“El último evento que colmó el vaso fue mi participación en la primera cumbre institucional de la Plataforma de Crimea celebrada en agosto de 2021. Nueve días después de mi regreso de la misma fui arrestado”, recordó.

Dijo que “es evidente la importancia de la Plataforma de Crimea, porque ahí se va acumulando el apoyo internacional por la soberanía de Ucrania. Los países participantes de la plataforma son los que están ayudando a Ucrania desde el punto de vista material y militar”.

Respecto a los desafíos ante una liberación de Crimea, Dzhelyal señaló que “es una cuestión que se está debatiendo entre los funcionarios y los representantes de la sociedad, además de una serie de tareas militares que tiene encima Ucrania, tendrá que resolver desafíos políticos, económicos y relativos a la gestión”.

“Nosotros, en el Mejilis, creemos que las personas rusas que llegaron a Crimea después de 2014, violaron las leyes de Ucrania, y tienen que abandonar Ucrania” finalizó.

 

MAAZ