Milagros Ayelén Ortíz es una policía en activo de la ciudad de Lanús en Argentina, que de acuerdo con la familia de su novio a quien asesinó, tenía intensas discusiones con la víctima identificada como Alejandro Barreto de 23 años de edad. “Ella desenfundaba el arma siempre”, señaló la hermana del joven asesinado.
Milagros y Alejandro acudieron a un campamento junto con el padre del novio y un amigo el pasado viernes 19 de julio, pero durante su estancia comenzaron a discutir hasta que el pleito escaló a las agresiones físicas y finalmente a que la uniformada de 22 años disparara a quemarropa a su novio.
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¿Por qué la policía mató a su novio frente a su suegro?
El padre de Alejandro Barreto trató de calmar la pelea al tratar de separarlos. “Ya está, ya está”, decía el papá de la víctima, pero Milagros fue a su automóvil Peugeot para buscar su arma reglamentaria que porta cuando tiene el uniforme para regresar y comenzar a disparar a Alejandro, según información de TN.
Al menos en dos ocasiones Milagros impactó a su novio, una de las balas pasó muy cerca de su corazón que dejó en malas condiciones a Alejandro quien fue cargado por su amigo, su papá y por la misma Milagros Ortíz hacia uno de los automóviles para trasladarlo de emergencia a un hospital hasta que pidieron ayuda a un puesto de vigilancia de la Gendarmería Nacional Argentina.
Milagros aceptó que disparó a su novio
Por la gravedad de las lesiones de Alejandro los médicos del hospital donde llegaron, poco pudieron hacer para salvar la vida del joven que murió dentro del nosocomio, mientras que Milagros Ayelén se entregó con sus colegas tras haber confesado desde el puesto de vigilancia que ella había disparado a Alejandro Barreto.
“Sí, yo le disparé. Fui yo la que disparó”, confesó la policía Milagros Ayelén Ortíz a uno de sus colegas frente a su suegro. Una de las hermanas de la víctima que se dedicaba a la albañilería y la mecánica, señaló que la relación de su hermano con Milagros siempre fue intensa.
“Ella desenfundaba el arma siempre… Yo vivo a la vuelta de su casa y una vez tuve que ir porque ella le pegó muy mal. Fue una de las últimas, a finales de junio. Me metí porque le pegó muy fuerte y él no hacía nada”, contó la hermana de Alejandro al medio local El Inquisidor.