EL 12 DE MAYO

Día de las Madres en la Guerra en Ucrania

Hoy el trabajo para las mujeres es doble y el cuidado de los hijos es más intenso, frente a las vicisitudes de más de dos años de invasión rusa

MUNDO

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Lesya Kostenko con su familiaCréditos: Cortesía

A propósito del día de las madres en Ucrania, 12 de mayo, miles de mujeres en ese país desafían la incertidumbre que trae consigo la invasión rusa y a la vez ser progenitoras, en medio de amenazas y trastornos causados por la guerra, así nos lo platicaron Oksana y Lesya.

Oksana Kharuk, madre de tres niños, –de 3 años y medio, dos años y de tres meses–; dijo a El Heraldo de México desde Chervonograd, región de Lviv, que con la guerra “todo ha cambiado”.

“Las primeras palabras de uno de mis hijos fueron: papá y luego alarma, esa palabra es algo presente en nuestras vidas”.

En 2024, los efectos de la guerra siguen impactando la economía, las familias y la infraestructura. Los desplazamientos prolongados y el daño de la guerra en el empleo y los ingresos han llevado a muchas madres al borde del abismo.

La joven madre dijo que hoy entre alarmas hay que hacer casi todas las cosas “sin tener luz y agua, hago el trabajo de casa y voy de compras”. Oksana relató que probablemente el invierno pasado fue el más difícil, porque sólo tenían luz y agua durante cuatro horas al día.

Oksana Kharuk. Foto: Cortesía

Detalló que tienen que tener dinero en efectivo para sus compras, porque las tarjetas bancarias no funcionan en caso de corte de electricidad.

Respecto al robo de niños ucranianos por parte de Rusia, Oksana dijo:

“'Gracias a Dios’ no me ha tocado, pero por supuesto que la seguridad de los niños ahora es una prioridad. “Nunca pierdo de vista a mis niños, siempre los tengo presentes”.

Recordó que “antes de la guerra, el día de las madres se celebraba con flores, regalos, poemas, con conciertos y fiestas. Y ahora, creo, que esta fiesta es aún más valorada porque, como los papás no están,  la madre hace todas las funciones, tanto de padre como de madre”.

Para Lesya Kostenko, jefa del departamento científico-metodológico de la Biblioteca Regional Juvenil de Poltava, madre de cuatro hijos, señaló a este diario que:

“Para mí esta guerra no empezó hace dos años, sino en 2014, mi esposo se voluntarió como militar y un año después también lo hizo mi hijo mayor”.

Resaltó que su segundo hijo se enlistó para esta nueva invasión, “le tocó defender Mariúpol donde la situación era muy complicada”. Comentó que uno de sus otros dos hijos menores cumplió 13 años el día de la invasión a gran escala.

“Pero también tengo una nieta que en su momento cumplió tres años, ahora tiene cinco y ella entendía perfectamente de que se traba la guerra. Se asomaba a la ventana y decía: ‘basta Rusia ya has hecho la guerra vuelve para tu casa. Yo quiero estar con mi papá’.

“Nuestros hijos tuvieron que madurar rápidamente; comprendieron de inmediato que estábamos siendo atacados, quién era nuestro enemigo y que necesitábamos defendernos”, rememoró.

Kostenko aclaró que "en las escuelas no hay suficientes refugios antiaéreos para todos los estudiantes, por lo que parte de la semana los niños estudian de forma remota."

Lesya Kostenko. Foto: Cortesía

Sus dos hijos menores están estudiando a distancia por eso ella dice que "debo asegurarme de que se conecten a tiempo para las clases en línea".  

Sólo la mitad de los 3.9 millones de niños en los territorios de Ucrania, próximos al frente, han asistido a la escuela de manera presencial desde el inicio del año escolar.

Señaló que ellos celebran el Día de la Madre en la iglesia, “ahí los niños preparan un concierto; no sólo celebramos a las madres sino también a todas las mujeres, como futuras mamás, con lo cual es un poco el día la mujer”.

La entrevistada mencionó la asistencia que reciben las madres cuyos hijos están en la zona de combate: “Mientras están en el frente, están vivos, están bien, el Estado se ocupa de ellos y les proporciona salarios decentes”.

“Pero cuando mi hijo se encontró en cautiverio, sí que sentí la ayuda por parte del Estado, de la unidad que se dedica a la devolución y a todos las negociaciones y localización de los prisioneros de guerra, ellos se ponían en contacto conmigo”.

 

POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ

MAAZ