Clauvino da Silva y César Ortiz tenían en común ser narcotraficantes y ambos fueron detenidos y sentenciados a pasar años dentro de la cárcel. Aunque uno de ellos operaba en Brasil y el segundo en Paraguay, ambos realizaron el mismo plan para conseguir quedar libres, y para lograrlo, decidieron realizar una transformación total.
Los dos capos tenían claro el objetivo, salir de la cárcel a como diera lugar y sin tener que hacer ni un solo disparo. Ambos narcotraficantes consiguieron que les dieran ropa de mujer, pelucas, pestañas y hasta una máscara de látex para hacer más creíble que en realidad eran personas del sexo femenino que solo fueron de visita a la prisión.
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“El gordito lindo” escapó por la puerta de entrada
César Ortiz tenía 36 años de edad y era conocido en la jerga del narco en Paraguay como “El gordito lindo”. Estaba recluido en la cárcel de Tacumbún. Para salir de su celda, el narco mandó traer ropa de mujer que incluía una minifalda, peluca, pestañas postizas y otros accesorios más.
El narco era uno de los criminales que más se reconocían en su natal Paraguay, ya que era el líder del cártel conocido como Clan Recoleta. El jefe narco puso en marcha su plan, se colocó su minifalda color azul marino, además de una blusa verde con una chamarra negra con bordes en toda su forma.
Asimismo, “El gordito lindo” se colocó una peluca con cabello largo de color negro y su respectivo maquillaje en el rostro. El capo consiguió no ser reconocido y en su disfraz como una señora, salió de la cárcel por la puerta principal. Sin embargo, el narco fue capturado de nuevo apenas avanzó tres cuadras del penal. Ortiz fue llevado a otra prisión con mayor seguridad para evitar su fuga.
Clauvino da Silva dejaría a su hija en su lugar
El caso de Clauvino da Silva ocurrió en Brasil cuando intentó escapar de la prisión de Gericinó. Para conseguirlo obtuvo una máscara especial de látex para aparentar una piel más joven para fingir que se trataba de su hija de 19 años de edad, a quien le había pedido que se quedara en su lugar dentro de su celda en el día de visitas.
Clauvino da Silva mejor conocido como “Baixinho” era parte del cártel de Vermelho y había recibido sentencia que ya cumplía en la cárcel. El narco que en 2019 tenía 73 años de edad, buscó salir de la cárcel y en su plan se vistió con una chamarra larga gris, con una playera color rosa y jeans de mezclilla y una peluca.
Todo estaba listo para su fuga, pero los nervios de Clauvino da Silva lo traicionaron cuando estaba a punto de salir por la entrada principal, y finalmente fue descubierto. “El narcotraficante Clauvino da Silva, condenado a 73 años y 10 meses de prisión, fue sorprendido hoy intentando escapar de Bangu 3. Llevaba máscara, peluca y ropa de mujer”, indicó el diputado local Peninha.