Uno de los multihomicidios que mayor conmoción ha causado es el que cometió un pequeño niño de tan solo 13 años de edad, quien una mañana despertó y asesinó a toda su familia en Brasil, para posteriormente irse a la escuela y actuar con naturalidad. El crimen ocurrió en 2013, hace más de diez años, pero, aún sigue siendo un hecho que causa terror entre los habitantes de América Latina. Este caso ganó gran popularidad luego de que se reveló que el adolescente fue quien masacró a sus seres queridos y horas más tarde decidió quitarse la vida.
El reporte expuesto por medios locales indica que el menor asesinó a sus padres - quienes eran policías -, a su abuela y a su tía abuela. Presuntamente, el adolescente robó la pistola de su madre y fue a casa de su abuela, la cual se ubicaba al lado de su propia vivienda. El joven ingresó a la casa durante la madrugada, cuando ambas mujeres dormían, y les disparó. Después de eso, el menor supuestamente regresó a su casa y ahí acribilló a sus padres, quienes también dormían al momento de los hechos.
El menor aparentemente se suicidó tras el crimen
Las autoridades no han esclarecido el orden en el que se cometieron los homicidios, pero trascendió que las víctimas no tuvieron oportunidad de defenderse, ya que todos fueron atacados mientras dormían. Cabe mencionar que al día siguiente, tratando de cubrir sus huellas, el adolescente tomó un baño, agarró su mochila y se fue a la escuela. Cámaras de seguridad captaron al niño caminando por calles aledañas a su domicilio, mientras se dirigía al colegio donde estudiaba.
Horas más tarde, el menor regresó a su vivienda y se pegó un tiro, quitándose la vida de forma inmediata. Las autoridades localizaron los cuerpos de la familia dentro de las viviendas y comenzaron las averiguaciones. Debido a que nadie sobrevivió a los hechos, las autoridades no han podido esclarecer el crimen, por lo que aún - a 11 años del suceso - quedan grandes incógnitas en torno a lo que realmente sucedió con el menor de edad y sus familiares.
Familiares del menor no creen la hipótesis de las autoridades
Las hipótesis de las autoridades apuntan a que fue el adolescente quien cometió los crímenes, ya que las cámaras de seguridad solo lo captan a él merodeando las calles aledañas durante la hora de los homicidios. Sin embargo, medios locales aseguran que hay varias inconsistencias con esta versión, ya que el menor no tenía rastros de polvera en sus manos y además sufría enfermedades como la diabetes y fibrosis, mismas que dificultarían el hecho de que él cometiera los crímenes.
Familiares y amigos del menor han dudado de la culpabilidad del niño, ya que aseguran que él era un estudiante destacado, que nunca se metía en problemas y que había aprendido a manejar un arma gracias a su madre, quien le enseñó a maniobrar una pistola. Hasta ahora, el multihomicidio continúa siendo un enigma para las autoridades brasileñas.
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