Magdaleno Meza Fúnez fue uno de los narcotraficantes con más poder e influencia en Honduras dado que tenía algunas relaciones en las altas esferas de la política con la supuesta cercanía que tuvo con Juan Antonio "Tony" Hernández quien era hermano del entonces presidente Juan Orlando Hernández.
Magdaleno en realidad se llamaba Nery Orlando López Sanabria y durante su tiempo como narcotraficante pudo establecer una supuesta relación estrecha con Juan Antonio Hernández que además de ser el hermano del presidente de Honduras, fue diputado de la nación, situación que habría ayudado a impulsar la carrera criminal de Magdaleno Meza.
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Las “narcolibretas” que vincularon a Magdaleno con la política
Cuando Magdaleno Meza fue arrestado, la policía encontró entre sus pertenencias “narcolibretas” donde estaban escritos varios pagos dirigidos a pseudónimos identificados como “Tony” y “JOH” que fue señalados por las autoridades como las siglas de Juan Antonio "Tony" Hernández y del presidente Juan Antonio Hernández.
Mientras Magdaleno Meza Fúnez estuvo encarcelado, afirmó que temía por su vida. Al respecto, su abogado Omar Dubón afirmó que había pedido el traslado de su cliente a otro centro penal. "Le dijeron (a Meza) que lo trasladarían a un batallón si desmentía las versiones de las narcolibretas... Quieren hacer ver que las narcolibretas no existen", declaró en octubre de 2019 para el medio hondureño Radio América.
Al ser frenado su traslado de centro penitenciario, Magdaleno Meza intentó escapar de la cárcel al menos en tres ocasiones, pero sin éxito. Una de ellas fue por medio de la falsificación de cartas de liberación tanto para él como para su esposa Ericka Julissa Bandy que también estuvo presa.
El trágico final de Magdaleno Meza y su esposa
Dentro de la cárcel de máxima seguridad El Pozol, el narco pidió tramitar varias citas médicas a pesar de no tener ningún tipo de complicación en su salud para que tuviera un rescate en manos de sus compañeros narcos. Además intentó copiar el método del “Chapo” Guzmán a través de un narcotúnel, pero fue descubierto por la policía.
El día del asesinato de Magdaleno Meza, el capo estaba con otros reclusos en uno de los módulos mientras hablaba con el director del penal para que reestablecieran las visitas del exterior que fueron suspendidas por incidentes registrados en días anteriores, cuando de pronto un grupo de prisioneros llegó al lugar para atacar al capo.
En el grupo iban dos hombres armados, uno de ellos con una pistola quien disparó a quemarropa a Magdaleno Meza mientras que el segundo lo atacó con varias puñaladas cuando ya estaba herido. Así la muerte del narco fue oficial luego de previo a su captura fingió morir y hasta organizó un funeral para dar credibilidad a su historia.
Ericka Julissa Bandy, la esposa de Magdaleno logró estar en libertad por algunos años tras el asesinato de su esposo dentro de prisión; sin embargo, fue emboscada dentro de una panadería por un sicario que la amenazó al mostrar el arma de alto calibre antes de que la atacara.
Cuando Ericka Julissa Bandy quedó justo detrás de un mostrador, los dos sicarios la alcanzaron; ella en un instinto de protección tomó a una señora de la tercera edad para tratar de cubrirse detrás de ella. Sin embargo, el sicario alzó su escopeta y disparó directo en la cara de la mujer para asesinarla.