Yury Patricia Sánchez siempre gustó estar involucrada en situaciones violentas cuando en su adolescencia fue conocida por meterse en peleas callejeras y posteriormente trabajar como escort o dama de compañía de sicarios del Clan Úsuga, un grupo narcoparamilitar dedicado al tráfico de drogas en Colombia.
Aunque Yury Patricia posteriormente fue conocida como “La Diabla” por evitar las costumbres religiosas de su familia, jamás actuó como sicaria, ya que era encargada de brindar información de “inteligencia” a los narcomilitares para facilitarles la ejecución de las personas señaladas por los líderes narco, por ello la entonces joven de 22 años de edad fue investigada y arrestada.
Así operaba Yury Patricia en el narco
Como scort, Yury Patricia Sánchez conoció a varios líderes del Clan Úsuga, pero con el paso del tiempo, la joven mujer llegó a ser parte del grupo paramilitar colombiana al responder directamente a “Cobra Dos”, el jefe de plaza en el municipio de San José de Uré, indicó un general de las autoridades de las Fuerzas Armadas locales citadas por Clarín.
De acuerdo con las indagatorias, “La Diabla” conoció la verdad de varios asesinatos no solo contra otros integrantes de narcos rivales a Úsuga, sino también de ejecuciones a oficiales de policía. “Sería la encargada de brindar información privilegiada sobre pobladores, comerciantes y ganaderos que podrían convertirse en víctimas de extorsión”, precisó la fuente.
Una vez que fue arrestada, Yury Patricia fue acusada de cometer otros delitos como tráfico de estupefacientes, homicidio y extorsión. Además, la joven mujer fue señalada de conseguir y ocultar el armamento usado por los sicarios del Clan Úsuga una vez que tenía que limpiar la escena del crimen.
“La Diabla” ayudó a matar a 14 policías en una emboscada
A “La Diabla” también quedó vinculada con al menos 14 muertes realizadas de forma violenta, entre ellas el homicidio de siete policías del Escuadrón Móvil de Carabineros en la ciudad colombiana de Córdoba en septiembre de 2014, los cuales fueron emboscados por los hombres armados en una zona rural.
Trascendió que en aquel múltiple aesinato, “La Diabla” estudió el paso de los uniformados para posteriormente dar la información “Cobra Dos” para armar el ataque armado. La mujer brindó datos como el número de policías a los que enfrentarían, así como el tipo de ruta que tendrían y la hora en que lo harían.
Se especuló que “La Diabla” mantuvo una relación sentimental con su jefe “Cobra Dos”, uno de los narcotraficantes colombianos más importantes para la justicia del país sudamericano. La mujer enfrentó los cargos y permanece en prisión.
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