Ellas eran grandes amigas, compartían muchas cosas, por ello decidieron ir juntas al baile de graduación, no imaginaron que el día que pensaron sería uno de los más felices de su vida, sería el último y con él comenzaría una tragedia para sus familias, pues un accidente carretero causó la muerte de las dos adolescentes, murieron mostrando su cariño, las encontraron agarradas de la mano. Los hechos ocurrieron en Irlanda del Norte.
Sus nombres eran Kiea McCann, de 17 años; y Dlava Mohamed, de 16, se dirigían al baile escolar en un auto junto a otras personas cuando el conductor perdió el control del vehículo y salió del camino, lo que ocasionó que chocara contra un árbol, las dos “amigas del alma” -como las describieron sus seres queridos- murieron en el sitio del accidente, mientras otros dos jóvenes fueron trasladados a hospitales en estado crítico.
Fatal accidente cobra la vida de dos amigas adolescentes
Cinco personas viajaban en el automóvil cuando se estrelló camino a un baile, un evento con cena y baile para los egresados ??de la escuela. El vehículo era conducido por un hombre de 60 años que fue trasladado al hospital de Belfast donde permanece en estado crítico.
Una joven de 18 años, que se cree que es la hermana de Dlava, fue trasladada a otro hospital, donde se encuentra en estado crítico pero estable, mientras que un de 18 años continúa siendo tratado en el mismo hospital por lesiones que no ponen en peligro su vida.
Solo las dos amigas murieron en el lugar, su amistad comenzó hace siete años cuando Dlava se mudó junto a su familia desde Siria. El sacerdote que ofició la misa de despedida de Kiea dijo a los dolientes que las manos de las dos niñas se tocaban, "como si supieran que iban juntas al cielo".
Despiden a las adolescentes
Durante la misa de despedida de Kiea, el sacerdote dijo que su padre, Franky McCann, trató de brindar primeros auxilios a ambas niñas, haciendo un esfuerzo “frenético por salvarles la vida”. El hombre narró que tras enterarse del accidente se trasladó al sitio y vio a las amigas tiradas, por lo que les practicó RCP para reanimarse, pero ya habían fallecido.
“Ningún padre debería tener que presenciar una escena tan terrible”, dijo el sacerdote.
Lava fue despedida a parte de su querida amiga, le hicieron una ceremonia en una mezquita de Dublín, pues su familia profesa la fe musulmana. Su cuerpo fue lavado y envuelto en cinco piezas de tela blanca, de acuerdo con la tradición islámica. Luego, su familia pasó tiempo con ella en privado hasta la oración fúnebre.
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