Habitantes de Colorado, en Estados Unidos, vivieron momentos de pánico luego de que observaron una extraña bola de fuego sobrevolando en el cielo durante la madrugada del pasado lunes 28 de agosto. De acuerdo con diversas publicaciones, realizadas en redes sociales, el avistamiento ocurrió minutos antes de las 3:30 horas de la madrugada. Testigos del suceso afirmaron que el objeto volador fue visible desde diversos puntos de la ciudad de Broomfield, al norte del estado.
Algunas de las personas que presenciaron el misterioso avistamiento compartieron videos en redes sociales. En las imágenes se observa, lo que podría ser un meteorito, brillando intensamente en el cielo antes de dispersarse en pedazos más pequeños a medida que desaparece de la vista. Según algunos espectadores, entrevistados por medios locales, el objeto volador “se movía rápidamente por el cielo e iluminaba todo su vecindario”.
No parecía ser un meteorito
Los habitantes de Broomfield afirmaron sentirse confundidos sobre la bola de fuego que atravesó el cielo, ya que no parecía ser un meteorito, de acuerdo con su perspectiva: “era una bola de fuego enorme, brillante, de él salían chispas gigantes. Increíble”, dijo otro de los testigos. Agregó que nunca había visto algo similar: “pensé que era un trueno, pero no. Nunca había visto nada igual”.
Especialistas han analizado los videos que circulan en redes sociales y aseguran que en realidad sí sería un meteorito. De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Meteoros, el objeto misterioso fue visto luego de que otra enorme bola de fuego iluminó el cielo del sur; además, en fechas recientes la sociedad registró más de 50 avistamientos de meteoritos en Texas, Alabama, Georgia, Mississippi, Luisiana y Florida.
Por su parte, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus sigles en inglés) explicó que un meteorito es una roca espacial que ingresa en la atmósfera de la Tierra y a medida que cae se calienta de sobremanera. Además, no representan un peligro para los seres humanos, ya que son tan pequeños como para quemarse hasta desaparecer en la atmósfera de la Tierra.
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