Joaquin Phoenix es uno de los más grandes actores de la historia, responsable de un legendario Joker, ganador del premio Oscar, e intérprete de numerosos papeles que le han valido los aplausos de los fanáticos y críticos del cine, exitoso en toda la extinción de la palabra, pero de una historia de vida muy dura.
Poco se sabe de su niñez, eso es porque su familia perteneció a una de las más peligrosas sectas que se han formado en el mundo, acusados y perseguidos por crímenes como la estafa, la trata de personas, el tráfico de infantes, la pedofilia, entre muchos otros delitos monstruosos que le hicieron un gran daño a muchas generaciones.
Los Niños de Dios, el nacimiento de una peligrosa secta
Los padres de Joaquin vivieron momentos de iluminación religiosa muy fuerte durante la década de los años 60, cuando al igual que muchos de sus compañeros de generación, luchaban bajo una bandera "hippie" con duros reclamos en contra de la guerra de Vietnam, y la búsqueda constante del verdadero amor, la paz, la libertad.
Fue entonces cuando los captó la secta creada y dirigida por David Berg, protestante por la educación que le brindaron sus padres, fue parte de numerosos movimientos religiosos como Jesus People o Teen Challenge, hasta que comenzó a ganar adeptos con supuestas profecías del Fin del Mundo, y promesas de salvación al momento de enfrentar el apocalipsis.
David Berg creó sus propias escrituras, llamadas las Cartas a los Niños de Dios, modificando y dándole diversas interpretaciones a la Biblia a su favor. Eran éstas las que se comercializaban alrededor del mundo, pues varios misioneros comenzaron a llevar la palabra de Berg por diversos países de Europa y América Latina desde los Estados Unidos. Gracias a esto, Berg comenzó a profesar lo que llamaba "La ley de amor".
Esta Ley también enseñaba que una de posibles traducciones e interpretaciones del amor era el sexo. Berg era un hombre obsesionado por al placer, el sexo y el castigo que la palabra de Dios le ponía al placer del ser humano fuera del matrimonio. Fue esta forma de supuestamente amar sin restricciones lo que derivó en pedofilia, trata, tráfico de menores, etcétera.
Dicha secta utilizaba herramientas coercitivas y de explotación (como la laboral, donde obtenía el dinero para mantener el estilo de vida de la organización) para atraer por todo el mundo a miles y miles de personas, a quienes captaban para vivir en las sedes de los múltiples países que se sumaron a la causa. Él nunca fue visto por la mayoría de estos creyentes. Se encargaba de viajar constantemente para que nunca dieran con él o con su domicilio, así se mantenía a salvo.
Fue en 1993 cuando cayeron en América Latina. Fue Ruth McKee de Frouman, quien vivía en Argentina la responsable de levantar la denuncia más importante en contra de la secta de Mo. Sus hijos, de entre 20 y 12 años habían sido captados, casi secuestrados por la organización, y las investigaciones dieron inicio.
Cuando las autoridades allanaron las diversas casas de Los Niños de Dios, rescataron aproximadamente a 268 niños secuestrados, y arrestaron a 30 adultos, miembros de la secta. Todos ellos fueron liberados porque no se pudo comprobar que fueran partícipes de actos de violación. Las investigaciones tampoco dieron muchos frutos. Sus hijos también les fueron regresados.
Desde entonces se fueron de Argentina y un año después, su fundador murió en Portugal, donde actualmente se encuentra enterrado. Nunca enfrentó la justicia por los actos que fueron públicamente denunciados por múltiples personas, entre ellas, su hija y sus nietas, pero varias personas, desde entonces, han sido apresadas y encarceladas. Incluso existen libros al respecto, como "La monja en una secta secual" de Faith Jones, donde denuncia el abuso infantil que vivió como parte de la secta.
En el 2020, Derek Lincoln, un ex miembro y predicador de Los Niños de Dios, fue condenado a 11 años de prisión por abusar de dos niñas cuando era uno de los dirigentes de la organización coercitiva en Escocia. Los abusos ocurrieron entre los años 1989 y 1996. En el año 2018, Alexander Watt admitió cuatro cargos de abuso sexual de su hija y de otra niña en Renfrewshire.