HISTORIAS DEL NARCO

Por llevar cocaína en su estómago fue condenado a ser ahorcado y vivir un infierno, pero “un milagro” lo salvó

Víctor Prada estuvo preso por 5 años a la espera de morir en la horca. Fue acusado de traficar kilo y medio de coca

MUNDO

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El boliviano Víctor Prada llevaba la droga dentro de su estómago.Créditos: BBC

Un boliviano pensó que sería fácil llevar droga a Malasia dentro de su estómago al tragarse varios condones llenos de cocaína que estaban en una forma líquida parecida en consistencia como si fuese una gelatina; sin embargo, su plan que parecía no tener fallas el cual lo ayudaría a saldar una cuenta con un narco por 5 mil dólares, casi lo mata por una orden de la justicia local.

Víctor Prada tenía la encomienda de llevar solo un kilo y medio de cocaína a Malasia en octubre de 2013, pero su aventura terminó en una cárcel del país asiático, ya que en esa nación se regula con severas leyes antidrogas que incluyen la pena capital, tal le sucedió al boliviano una vez que llegó al país procedente de Sao Paulo, Brasil.

Víctor Prada estuvo más de 5 años en la cárcel de Malasia. Foto: BBC

Su viaje comenzó en la ciudad brasileña para tener una escala en Dubái y finalmente llegar a Malasia. Todo parecía ir sin novedad y el narco estuvo tranquilo, pero justo al llegar al aeropuerto de su destino, a Víctor ya lo esperaba un grupo de policías, dijo en entrevista para la BBC:

“Pasé por migración y desde ahí me siguieron hasta la cinta donde uno recoge la maleta. Ahí me agarraron cinco policías y me llevaron a la comisaría. Me rompieron la maleta y comenzaron a decirme ‘droga, droga usted lleva droga’. Yo les decía que no, que solo iba de turista”.

El narco no pudo más aguantar ir al baño

Una vez que fue detenido, Víctor Prada no pudo contener las ganas de ir al baño: “Luego llegó otro policía y me llevó al hospital. Ahí duré dos días y medio hasta que no aguanté más las ganas de ir al baño. Expulsé la droga y me prestaron un teléfono, por Facebook contacté a la que era mi novia y le dije que me habían agarrado.

Yo llevaba un kilo y medio, pero el reporte decía que solo llevaba 450 gramos, ¿qué pasó con los otros  mil 50 gramos...? Del hospital me llevaron a otra comisaría donde duré 12 días sin que me dijeran nada y de ahí a la cárcel a esperar mi proceso.

Víctor Prada fue detenido en Malasia y sentenciado a muerte. Foto: BBC

Ahí te dan una colcha, una cuchara y un plato. También te dan un uniforme que huele ‘lindo’. Si lo comparas con un vagabundo, el vagabundo es como si estuviera perfumado. Cuando me lo puse me dio alergia, me salió sarna en todo el cuello”, describió.

Víctor acusó que durante tres meses estuvo incomunicado y encerrado en una cárcel en Malasia. “Luego de tres meses en la cárcel por fin alguien me prestó un teléfono y pude hablar con mi mamá”.

“El milagro” que salvó al narco

Durante cinco años, Víctor quedó esperando el día en que hicieran efectiva su sentencia a pena de muerte, ya que la justicia lo condenó a morir en la horca por tráfico de drogas. “Cuando yo me fui no sabía que en Malasia la pena era la horca. La persona que me envió me dijo que todo iba a ser fácil. Yo le debía como 5 mil dólares y esa era mi manera de pagarle”.

Víctor recordó que durante su primer año los dejaban salir un rato al sol, pero después castigaron a todo el patio porque ahí entra mucha droga, en ese lugar se hizo adicto a la heroína. También sufrió maltratos por parte de los guardias y era tal el castigo recibido que pensó en suicidarse. Tras haber sido sentenciado a muerte ya nada le importaba al traficante hasta que luego de 5 años, 9 meses y 15 días en la cárcel se presentó un milagro:

“Dios hizo cambiar los corazones de los jueces. El mismo día que quedé libre sentenciaron a muerte a un nigeriano, él se fue para la horca y yo para mi casa. Pero yo no soy un ganador, fue mi familia la que ganó, fueron ellos los que lucharon”, dijo y agregó:

“Dios no tuvo misericordia de mí sino de mi familia, porque ellos eran los que sufrían y se gastaron casi 100 mil dólares en esto. En internet he visto comentarios que dicen que por qué no me dieron más años. Las personas que hablen, me da igual lo que digan, yo ya cumplí mi condena. Yo espero que mi caso sirva para que quien esté pensando en viajar se arrepienta”, reflexionó, luego de que pudo ser repatriado en julio de 2018.

RM