En el reino animal, la madre siempre hará cualquier cosa para defender a sus crías de amenazas externas, y eso fue lo que pasó en este incidente. El pasado sábado 08 de julio, una mamá oso y sus tres cachorros llegaron al patio trasero de una casa ubicada en la ciudad de Mary Esther, en Florida, Estados Unidos. Exactamente a las 21:45 horas, los tres mamíferos inspeccionaban el lugar e incluso lograron encender (con ayuda del sensor) la luz del jardín. Sin embargo, al cabo de unos minutos, los cachorros comenzaron a correr desesperadamente y en diferentes direcciones, huían de un gigantesco intruso. Otro omnívoro que doblaba las dimensiones de los presentes atacó sin piedad destrozando todo el lugar.
Osos pelean estilo UFC durante cinco minutos
Los tres cachorros que inspeccionaban el lugar salieron despavoridos y en direcciones contrarias cuando sintieron peligro, pues un gigantesco oso con el pelaje más obscuro que ellos salió de la reja de madera que cercaba la casa y atacó a la madre de los pequeños. Ambos mamíferos se pararon en dos patas y comenzaron un duro enfrentamiento que afortunadamente la hembra ganó. Persiguió al intruso por todo el jardín hasta que finalmente lo ahuyentó del sitio. Gracias a las cámaras de vigilancia es que esta impactante escena quedó filmada para la posterioridad.
De acuerdo con el propietario de la casa, identificado como Chris, la confrontación duró alrededor de cinco minutos. La madre oso se coronó como la victoriosa de la risa, recogió a sus crías y se fue del jardín. El otro ejemplar de grandes tamaños huyó del lugar y no volvió a ser visto por el dueño de la residencia. Ante esta dramática escena, el estadounidense confesó que parecía una auténtica pelea de la UFC, pues nunca había visto algo así.
“Pasé 20 años en el ejército y vi algunas cosas bastante locas, pero nunca vi algo así”, exclamó. “Todos a los que les mostré ese video dijeron lo mismo: 'Vaya, nunca había visto eso antes'”.
Al final, el dueño de la casa dijo que su jardín no era lo suficientemente bello como para lamentar los daños, que al parecer solo fueron unas macetas rotas y unas cuantas plantas pisoteadas.