Una mujer está peleando desesperadamente para rescatar el cuerpo de su madre de un vertedero de basura. Identificada como Cambria Harris, lleva siete meses de búsqueda y negociación con el gobierno de Canadá, de lo que considera es un trauma intergeneracional. De acuerdo con programa de radio Outlook del Servicio Mundial de la Corporación Británica de Radiodifusión (BBC, por sus siglas en inglés), Morgan Harris fue víctima de un asesino serial que mató a otras tres mujeres indígenas. Pasaron años para que la hija se enterara de la desgracia y ahora lucha en la ciudad de Winnipeg para emprender un rescate del cadáver de su progenitora, que yace debajo de toneladas de desechos.
Cambria Harris busca desesperadamente el cuerpo de su madre
Con el afán de brindarle justicia a las demás víctimas del asesino serial de su madre, la joven pelea las muertes de:
- Marcedes Myron.
- Rebecca Contois.
- Buffalo Woman
- Nombre que le dio la comunidad al desconocerse su identidad.
De acuerdo con Cambria Harris, la policía de Winnipeg declaró que "sería imposible buscar el cuerpo de su madre en el vertedero", sin embargo, tras la incansable lucha que ha llevado junto con internautas y demás voluntarios que comparten la visión de la joven, recientemente el gobierno de Canadá comunicó que "es posible" llevar los restos de la víctima de 39 años de regreso a casa.
La negativa del país norteamericano radicaba en que el proceso duraría al menos unos tres años y costaría alrededor de 184 millones de dólares canadienses, que son aproximadamente dos mil 300 millones de pesos mexicanos. El gobierno federal ahora está en la disyuntiva de si llevar a cabo la búsqueda, pero ante la presión general y los esfuerzos de Cambria Harris, todo parece indicar que se logrará.
Un caso de "genocidio" aterroriza a Canadá
De acuerdo con la Asociación de Mujeres Nativas de Canadá, este asesino serial no ha sido el único que ha dejado marcada a la comunidad. Se han contabilizado los nombres de más de cuatro mil mujeres indígenas que creen que fueron asesinadas en un lapso de 30 años. En una investigación pública del 2019, encargada por el gobierno canadiense, se concluyó que estas mujeres fueron víctimas de un genocidio que había sido impulsado por acciones e inacciones estatales arraigadas en el colonialismo y las ideologías coloniales.
¿Qué le pasó a la madre de Cambria Harris?
El 1 de diciembre de 2022 la joven recibió una llamada del Servicio de Policía de Winnipeg. La llevaron a un edificio y, al entrar, toda su familia estaba allí. En la sala también permanecían detectives de homicidios e integrantes de la unidad del mismo departamento. El nombre de la víctima era Morgan Harris, una mujer indígena, vulnerable, sin hogar, y madre soltera que había desaparecido. En el despacho policial les contaron que, a través de pruebas forenses, habían logrado determinar que había sido asesinada. Allí fue cuando le mostraron fotos de un vertedero, donde las autoridades estimaban que el cuerpo de la mujer de 39 años fue arrojado.
"Mira, tu mamá está debajo de una montaña de basura y no vas a poder hacer nada. Te vamos a mirar a los ojos y te diremos que no la vamos a buscar.", le detallaron las autoridades a Cambria Harris.
Pero la historia de esta familia radica desde tiempo atrás, cuando la tutora lega seguía con vida y era asediada por su propio gobierno. El núcleo vivía "feliz y con días llenos de risa" en la Larga Llanura. Cambria fue la mayor de tres hermanos, Kira, Janelle y Seth. Sin embargo, un fin de semana cuando la joven solo tenía seis años, llegó a su casa y vio una terrorífica escena donde policías rodeaban su casa. Ese día la trasladaron a los Servicios para Niños y Familias donde permaneció hasta sus 18 años. Por su parte, Morgan pasó pena y sufrimiento en las calles canadienses y refugios. Terminó con problemas de salud mental.
El resto de la familia Harris tampoco corrió con mucha suerte, sus tatarabuelos, miembros de la nación originaria de la Larga Llanura, tuvieron que escapar de la reserva debido a las insuficientes raciones de alimentos proporcionadas por el denominado "agente indio", un funcionario que era designado por el gobierno de Canadá en las áreas reservadas para las naciones originarias. Prácticamente, para sobrevivir, tuvieron que "mudarse" a un vertedero. El trauma generacional se transmitió de padres a hijos y la desgracia nubló la mente y el corazón de Morgan, perdiendo así sus hijos, su hogar y su vida.
Cambria Harris ahora tiene 22 años y una hija de tres. La lucha que actualmente tiene en contra de su propio gobierno no es solo para recuperar el cuerpo de su madre y hacerle justicia a las demás víctimas del asesino serial con tintes de genocida, ella declaró que quiere un mundo mejor para su bebé y que nadie más de su comunidad vuelva a pasar por las traumáticas experiencias por las que ella tuvo que sufrir.
"Estoy consiguiendo romper esos ciclos de trauma que injustamente han pasado de generación en generación. Y mi mayor victoria será asegurarme de que mi hija nunca tenga que pasar por lo que yo pasé.", finalizó la joven activista.