El robo es un delito tan antiguo como la civilización, desde hace cientos de años las sociedades han ideado castigos para quien incurra en él, aunque con el paso de los años las leyes se hicieron cargo. Sin embargo, esto no frenó que la gente siga robando, cansando a las víctimas que en ocasiones optan por tomar la justicia por su propia mano, como hizo un repartidor en Argentina.
Fue el pasado 15 de julio cuando cámaras de videovigilancia captaron el destino que tuvo el ladrón que asaltó a punta de pistola a un joven repartidor de 19 años, a quien despojó de su teléfono celular, dinero en efectivo y otras pertenencias, sin imaginar que su víctima no se quedaría de brazos cruzados ante la agresión.
En la grabación -la cual fue difundida por medios de comunicación argentinos- se observa a un sujeto vestido con sudadera negra con la capucha arriba correr por un camino de terracería. Unos metros más atrás se observa una camioneta blanca ir detrás de él, por lo que el ladrón saca una pistola y comienza a disparar.
Continúa corriendo y disparando, hasta que la camioneta comienza a darle alcance y él cruza la vialidad con la intención de huir, momento en que la unidad lo embiste y tira al suelo. El vehículo casi derrapa al detenerse tras atropellar al ladrón.
¿Qué ocurrió en Florencio Varela?
La ciudad de Florencio Varela, en Argentina, fue el escenario de un asalto y una venganza al mismo tiempo. Un repartidor de pan de 19 años fue víctima de un robo por un sujeto que lo amenazó con una pistola para obligarlo a entregarle sus pertenencias, lo cual hizo sin chistar al ver el arma de fuego.
Pero una vez que pasó el susto llegó la rabia y el joven, que había ido a llevar un pedido de pan, decidió que quería recuperar las cosas que le robaron, así es que persiguió al ladrón y tras atropellarlo, con ayuda de los vecinos, lo detuvo y lo entregó a la policía.
De acuerdo con medios argentinos, el ladrón le disparó en tres ocasiones al joven con un revólver calibre 32, aunque ninguna de las balas logró impactar ni a la camioneta ni al repartidor.