Sonrientes y cargando los cadáveres de los gatitos que recientemente habían asesinado como parte de un concurso de caza. Así posaron algunos de los niños de la localidad neozelandesa de North Canterbury en imágenes que se han viralizado en redes sociales.
Los niños, algunos de tan solo siete años de edad, participaron en una iniciativa lanzada por la comuna de Rotherham, la cual les animaba a competir por un premio monetario a quien cazara la mayor cantidad de gatos.
La presión social había logrado que los organizadores de la cacería, quienes prometieron que algunas de las ganancias las donarían a una escuela de la localidad, quitaran en un principio la categoría para menores de 14 años. Sin embargo, llegado el día del evento, decidieron reinstaurarla.
A pesar de la oposición de numerosas organizaciones en defensa de los animales y la vida silvestre, los impulsores de la iniciativa no ven como algo negativo hacer que los niños cacen gatos, cerdos y otros animales.
“Lo sabes, si creciste en un país donde el esquí en la nieve es popular, terminarás esquiando. Si estás en un país donde cazar es popular, pues vas a cazar. Es lo más normal para los niños”, señaló Matt Bailey, uno de los organizadores, en entrevista para el medio local New Zealand Herald.
Tensión con activistas
El pasado 25 de junio, por lo menos un centenar de niños participantes en la cacería de North Canterbury vivieron momentos de tensión al presumir los cadáveres de los gatitos que habían recientemente matado a una decena de activistas a favor de los derechos de los animales.
Al grito de “carne, carne, carne”, los pequeños cazadores le hacían burla al reducido grupo, que protestaba por la forma en la que trataban a los animales.
“Hubo mucha gente insultándonos. Al final, había tres niños con los cadáveres de tres gatitos, eran tan solo tres gatitos en sus manos, con grandes sonrisas en sus rostros pensando que eso era una gran broma”, relató Sarah Jackson, de la organización Christchurch Animal Save.
De acuerdo con Matt Bailey, por lo menos 20 empresas están interesadas en financiar esta competencia, por lo que parece ser que la cacería de gatos en esta localidad neozelandesa seguirá por algún tiempo.