El mundo se encuentra en vilo tras las cinco personas que viajaban a bordo de un submarino que exploró el fondo del océano Atlántico para ver los restos hundidos del Titanic, sin embargo, a más de 72 horas de que se perdió comunicación con los tripulantes no ha sido posible comunicarse con ellos y el tiempo de oxígeno dentro de la nave se agota. Después de darse a conocer la trágica noticia han surgido diversos temas que se desconocían en torno la compañía que se encargaba de realizar las expediciones, entre ellos, ahora se sabe que la empresa fue demandada en 2018; además, sorprendió que la nave fuera manejada por un control de videojuegos.
Titán operaba con un control de videojuegos
Uno de los temas que más ha impactado sobre el submarino extraviado, es que la nave de alta tecnología era que muchas de las funciones eran comandadas por un control de videojuegos común, incluso la misma compañía ostentaba en sus redes sociales que esto era posible mediante el uso de un software de código abierto y un hardware comercial. Lo que hace pensar en cómo es posible que la nave con equipo especializado funcionara con una simple palanca conocida por ser utilizada para la consola Play Station 3.
"¿Puedes creer que nuestro #Cyclops sumergible tripulado se puede manejar con un control remoto de #PS3? Mediante el uso de software de código abierto y hardware comercial listo para usar (COTS), los ingenieros del #AppliedPhysicsLaboratory #APLatUW y la Universidad de Washington han integrado un controlador de juegos para ejecutar todos los sistemas de control de Cyclops".
Demanda por fallas en la seguridad
OceanGate Expeditions recibió una serie de demandas hace casi 5 años por parte de un ex empleado sobre la seguridad de la embarcación, explicando que el submarino necesitaba más pruebas ya que se estaba poniendo en riesgo a los pasajeros, así lo informó judiciales consultados por el medio CBS. Incluso la empresa recibió varias advertencias de que la nave podría sufrir problemas de seguridad que podían terminar en una catástrofe.
De acuerdo con la información recabada, OceanGate despidió al trabajador David Lonchridge después de que mostró su preocupación sobre la seguridad de la embarcación. Por su parte, la empresa también demandó al empleado en el mismo año con el argumento de que había incumplido con su contrato de trabajo, pues supuestamente habría revelado información confidencial a la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional cuando se presentó la denuncia ante la agencia.
Lochridge mostró una fuerte preocupación en el control acústico que detectaba sonidos producidos por el casco bajo la presión, en lugar de un escaneo del casco, a lo que la empresa respondió que no había equipamiento que pudiera hacer pruebas en él. Además, el vehículo estaba certificado para alcanzar profundidades de mil 300 metros y el Titanic está a 4 mil metros pero OceanGate se negaba a pagar al fabricante para que diseñara otra nave certificada que alcanzara los metros a los que viajaban hasta encontrarse con el trasatlántico.
Decisiones que según Lochridge ponían en un peligro extremo a los pasajeros al convertir el submarino en una nave experimental. Nuevamente la empresa respondió que el trabajador no era ingeniero por lo que no estaba encargado sobre los temas de ingeniería en el Titán; posteriormente, fue despedido por negarse a aceptar las garantías del ingeniero jefe de OceanGate sobre que el control acústico y el protocolo de pruebas eran un buen sistema.
OceanGates defendió su prototipo
Fue hasta el 2022, cuando durante una conferencia, el director general de OceanGates defendió el sumergible asegurando que había cambiado el casco de la nave y se construyó uno nuevo con un proveedor aeroespacial y que a partir del 2021 sus submarinos que viajaban a la expedición llevaban la nueva herramienta, por lo que se entiende que el submarino perdido en el océano no llevaría el mecanismo que había estado fallando en años pasados, mismo que fue producto de la demanda.
¿Quién es el propietario de OceanGate Expeditions?
OceanGate Expeditions, con sede en Everett, Washington, fue fundada en 2009 por el ingeniero aeroespacial Stockton Rush, quien hora se sabe se encuentra a bordo del sumergible extraviado. De acuerdo con el New York Times, esta sería apenas la tercera expedición realizada por Titán, una en 2021 y otra en 2022.
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