Este 1 de junio inicia oficialmente la temporada de huracanes para la región del Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe. A pesar que los primeros modelos predictivos señalaban que el periodo seria por debajo de lo normal, las predicciones más recientes apuntan a un 2023 con formaciones ciclónicas dentro y hasta sobre la media.
El cambio se debe a que las aguas del Oceánico Atlántico están demasiado calientes y por encima de lo normal, por lo que ahora los meteoros esperados son entre 12 a 17, así lo informó el meteorólogo Juan Vázquez Montalvo de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).
El especialista comentó en su columna en el periodico Novedades Yucatán que durante el mes de abril, las proyecciones de la Universidad de Colorado, habían proyectado la formación de 14 ciclones tropicales, no obstante, el panorama se modificó y esto tiene que ver con las aguas calientes del Atlántico, situación que no se veían desde por lo menos hace 10 años.
Es muy importante recordar que la primera condición necesaria para la formación de un huracán es que las aguas del océano superen los 26 grados centígrados, pues a partir de este valor se produce una evaporación significativa que da paso a un aporte de humedad al sistema tormentoso que hace que llegue a tener una constitución sólida y acabe formando estos fenómenos.
Vázquez Montalvo dijo que la formación del fenómeno atmosférico que se denominó como "El Súper Niño", puede ser un factor de protección contra la formación de huracanes, sin embargo, externó que entre la comunidad científica existe esta incertidumbre de que la temperatura anormalmente cálida del Atlántico genere más meteoros.
El especialista hizo un llamado a la población para estar preparada y tener un plan de acción por la eventual llegada de meteoros potencialmente peligrosos.
¿Cómo es un huracán potencialmente peligroso?
Los huracanes potencialmente peligrosos son fenómenos meteorológicos extremos que pueden causar daños significativos debido a su intensidad y tamaño. Aquí hay algunas características de los huracanes que los hacen peligrosos:
- Vientos intensos: los huracanes se caracterizan por tener vientos fuertes y sostenidos que pueden superar los 119 kilómetros por hora en su escala mínima (Categoría 1) y llegar a velocidades mucho más altas en categorías superiores. Estos vientos pueden arrancar árboles, dañar edificios y causar la caída de estructuras.
- Lluvias intensas: los huracanes pueden generar grandes cantidades de precipitación en un corto período de tiempo. Las fuertes lluvias pueden provocar inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y desbordamiento de ríos, lo que puede resultar en pérdidas de vidas humanas, daños a la propiedad y la interrupción de servicios básicos como el suministro de agua potable y electricidad.
- Marejada ciclónica: la marejada ciclónica es una elevación del nivel del mar causada por la combinación de los fuertes vientos del huracán y la baja presión atmosférica. Puede generar olas altas y empujar una gran cantidad de agua hacia la costa, lo que resulta en inundaciones costeras devastadoras. Esta es una de las principales causas de daños y pérdidas de vidas en áreas costeras durante los huracanes.
- Tornados: los huracanes también pueden producir tornados. Estos tornados son más comunes en la parte exterior de la tormenta y pueden causar daños adicionales a medida que el huracán avanza tierra adentro.
- Duración prolongada: los huracanes pueden persistir durante varios días y moverse a través de grandes áreas. Esto significa que las áreas afectadas pueden experimentar condiciones peligrosas durante un período prolongado, lo que aumenta el riesgo de daños acumulativos.
Es importante recordar que la peligrosidad de un huracán puede variar dependiendo de su trayectoria, intensidad y las características geográficas de las áreas afectadas.
Siempre es recomendable seguir las instrucciones de los servicios meteorológicos y las autoridades locales, y tomar las medidas de precaución necesarias para mantenerse seguro durante un huracán.