Un sismo de 6.2 grados sacudió las aguas del sur de Nueva Zelanda. El epicentro se localizó a 10 kilómetros de profundidad y a 468 kilómetros al suroeste de Bluff, una ciudad ubicada en la punta meridional de la isla Sur del país, según detalló el Servicio Geológico de Estados Unidos, el cual registra la actividad sísmica en todo el mundo. Hasta ahora, las autoridades no han informado de daños materiales o víctimas mortales.
Tras el movimiento telúrico, el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar) indicó que, basado en los datos disponibles por el Centro de Monitoreo Oceánico, las características del temblor en aguas de Nueva Zelanda no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami que afecte la costa continental e insular de Ecuador.
Cabe mencionar que Nueva Zelanda es un país con una intensa actividad sísmica; cuenta con una población de 5 millones de habitantes y se localiza en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía, por lo que, en promedio, registra unos 14 mil terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencial como para ser percibidos.
Sismos en Nueva Zelanda
El último sismo mortal registrado en Nueva Zelanda, ocurrió el pasado 22 de febrero de 2011, donde perdieron la vida 185 personas luego de un temblor de magnitud 6.3 que sacudió la ciudad de Christchurch, en la isla Sur, y que causó daños en 30 mil edificios.
De igual manera, en 2016, un sismo de magnitud de 7.8, seguido de varias réplicas, sacudió una zona situada a 91 kilómetros al nor-noreste de la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos. El movimiento telúrico dejó un saldo de dos personas sin vida. En aquella ocasión, las autoridades informaron que la población del noreste debía evacuar la zona y trasladarse a otras de mayor altura, alejándose de las playas y zonas costeras por el riesgo de tsunami.