Este martes se dio a conocer en medios locales de Edgewood que una mujer identificada como Brandy Ackerman, intentó robar una tienda de la ciudad del estado de Nuevo México, Estados Unidos. Según las autoridades, Ackerman sacó un cuchillo de su chamarra y se lo mostró a uno de los empleados exigiendo que abriera la caja registradora.
Sin embargo, el empleado se negó y la mujer decidió guardar el arma blanca y dijo que solo estaba bromeando. Lo más insólito ocurrió después del fallido intento de robo, ya que Ackerman decidió comprar productos en la tienda, los pagó y se retiró como si nada hubiera pasado.
La policía de la ciudad de Edgewood, informó que la mujer fue detenida por el cargo de robo agravado y se encuentra en la cárcel del condado de Van Zandt con una fianza de 150 mil dólares.
Este curioso suceso ha dejado a muchos desconcertados y se ha vuelto viral en las redes sociales. Algunos han especulado que la mujer pudo haber sufrido un arrebato momentáneo y no haber medido las consecuencias de sus acciones, mientras que otros la acusan de haber querido llamar la atención de alguna forma.
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Penas más severas para robos a tiendas de autoservicio
En Nuevo México, el robo a tiendas de autoservicio sin importar la cantidad es considerado un delito grave, por lo que los castigos para quienes sean encontrados culpables pueden ser muy severos. Estos castigos tienen como objetivo disuadir a los delincuentes y proteger a los comerciantes y a la comunidad en general.
Hay que recordar que anteriormente un robo menor a los 500 dólares era considerado como un delito no grave, por lo cual las condenas se podían llevar en libertad. Entre los castigos más severos para los robos de tiendas en Nuevo México se encuentra la pena de prisión. Los delincuentes que sean encontrados culpables pueden enfrentar hasta 18 años de prisión, dependiendo de la gravedad del delito y de los antecedentes del acusado.
Además de la prisión, los delincuentes también pueden ser obligados a pagar multas que pueden llegar al menos a los 10 mil dólares, lo que representa un fuerte golpe para sus finanzas personales. Estas multas son una forma de compensar a las víctimas por los daños y pérdidas sufridos.
Otro castigo que se ha vuelto cada vez más común en Nuevo México es la obligación de cumplir con trabajos comunitarios. Esta medida busca que los delincuentes reparen el daño causado a la comunidad y se involucren en actividades que les permitan reflexionar sobre sus acciones.
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