El diseñador de interiores Camilo Salazar parecía tener éxito en su vida tanto profesional como personal al tener una relación como amante con la esposa de un millonario empresario que era dueño de una cadena de supermercados en Florida, Estados Unidos. Sin embargo, cuando el magnate de origen cubano Manuel Marín se enteró de la aventura de su esposa 20 años menor que él, el diseñador tuvo un trágico final.
Manuel Marín tenía 57 años de edad cuando vivía con su esposa Jenny en una mansión en Miami. Entonces la familia del exitoso empresario tenía a varias personas empleadas a su servicio dentro de su hogar, a pesar de ello, de tener una vida de lujos, la esposa de Marín indicó que se sentía cada vez más aislada de su esposo.
“Nuestras culturas eran muy diferentes”, dijo Jenny frente a un jurado.
En ese sentido, Jenny dijo durante su declaración en el caso del homicidio de Camilo Salazar, que se había quedado con Manuel Marín porque “era un buen padre”. No obstante, con el paso del tiempo, la mujer comenzó una relación como amantes con uno de sus amigos llamado Camilo. El hombre también estaba casado, pero aun así tenían encuentros íntimos en hoteles.
La venganza del esposo de Jenny
Para febrero de 2011, luego de varios encuentros entre los dos amantes, el empresario de origen cubano se enteró de la relación extramarital de su esposa por lo que contrató a tres sicarios para secuestrar y torturar al diseñador de interiores. Previo Jenny dijo a su amante que su esposo le lanzó una advertencia sobre su comportamiento.
En un viaje en el yate de la familia, Marín le advirtió a Jenny que: “la amaba, y que tenía que dejar de hacer lo que estaba haciendo, o iba a causar una desgracia”. Pero los encuentros no cesaron hasta que el diseñador de interiores fue “levantado” por los sicarios. Una vez cautivo Salazar, los hombres contratados comenzaron a torturarlo y a quemarle el pene a pedido especial de Manuel Marín.
El cuerpo de Camilo Salazar sería localizado meses después, el 1 junio de 2011 dentro de un bosque. El cadáver tenía los genitales quemados además de tener un enorme corte en la garganta. Tras el hallazgo, el empresario desapareció quedando encerrados solo los sicarios. Pero hace algunos días, el magnate recibió su sentencia el cual quedó en cadena perpetua.
Entre los sicarios participó Ariel Gandulla, un ex luchador de artes marciales mixtas, así como el campeón olímpico cubano de lucha libre, Alexis Vila Perdomo, a quien se acusa de armar el complot, además de su entrenador Roberto Isaac. Los sicarios dieron una paliza, le cortaron la garganta y quemaron los genitales antes de abandonar su cuerpo en una zanja de los Everglades, un humedal al sur de Florida.
“El infierno no tiene tanta furia como la de un hombre despreciado”, dijo el fiscal Justin Funck durante el juicio. Salazar fue “secuestrado, torturado, golpeado en la cabeza, degollado y su pene prendido fuego”, agregó. El empresario huyó de EU poco después de que se encontrara el cuerpo de Salazar, pero fue detenido en agosto de 2018 en España y extraditado.
RMG