Los intentos de la humanidad en comunicarse con vida extraterrestre (en caso de que la haya) ha sido extenuando a lo largo de los años, sin embargo, con el avance tecnológico, esta actividad está siendo mucho más frecuente, pues se ha buscado a toda costo tratar de establecer comunicación con vida alienígena, pero expertos ahora se cuestionan si existe la posibilidad de que ellos no quieran tener contacto alguno con la Tierra.
Hoy en día, expertos trabajan las invenciones que les den la oportunidad de viajar al espacio en expediciones que no los pongan en riesgo y les permita conocer si hay vida en otros planetas, pero mientras tanto buscan elaborar la manera de emitir señales para establecer un posible contacto.
Fue en 1974, cuando se envió la primer señal la cual “contenía datos sobre la humanidad, el planeta y el Sistema Solar”, el mensaje tenía una longitud de 1679 bits y fue enviado a un conjunto de estrellas localizadas en la constelación de Hércules, a una distancia de 25 mil años luz. Actualmente, a 50 años de la emisión no se ha obtenido respuesta alguna y tampoco se sabe si fue captado, descifrado o interpretado por extraterrestres.
¿Por qué no hemos recibido señales?
De acuerdo con el astrofísico Amri Wandel del Instituto de Física de la Universidad Hebrea de Jerusalén, concluye que la respuesta podría ser que la Tierra y sus habitantes no estarían a la altura de las expectativas de una supuesta civilización extraterrestre avanzada.
Aunque otra razón sería que establecer contacto es realmente complicado, así lo explica en su estudio titulado “La paradoja de Fermi: Tecnofirmas y la Era del Contacto”, lo que sugiere que un posible mensaje alienígena para los seres humanos ya está en camino pero probablemente tarde mucho en llegar.
La investigación señala que “si los planetas bióticos (con vida) son comunes y tienen presuntas civilizaciones avanzadas, entonces pueden enviar sondas a planetas con tecnofirmas, como transmisiones de radio”, así como lo hace en nuestro planeta, por lo que una de estas posibles civilizaciones inteligentes ya podrían haberse comunicado y no lo han hecho.
El análisis Wandel concluye en que no hay esperanza de recibir una respuesta rápida debido a que las señales (ondas) de radio viajan a una velocidad mucho menor que las de luz a eso además se le debe considerar el ambiente atmosférico en el que vivimos, además el aire y las distintas estructuras en el planeta “relentizan” su prograpagación.
Así que es probable que ya hayan mandado una señal o simplemente no han querido comunicarse con la vida humana, pues muy probablemente tienen posibilidades de hacerlo.
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