YACE A 400 MTS DE PROFUNDIDAD

Descubren un volcán submarino único en su tipo: arroja lodo, líquidos y gas

Ubicado en el mar de Barents, todo lo que alberga el interior del planeta es liberado por este fenómeno geológico

MUNDO

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Esto proporciona nuevos conocimientos nunca antes estudiados sobre la ciencia de la Tierra.Créditos: Adobe Stock

En las profundidades del mar yace un nuevo volcán único en su tipo. Ubicado en el mar de Barents a 400 metros bajo el agua, este fenómeno geológico libera lodo, líquido y gas del interior del planeta. Esto es sumamente importante para la rama pues proporciona un cantidad infinita de conocimientos nuevos y poco explorados sobre la ciencia de la Tierra. Nos enteramos de este acontecimiento gracias a las investigaciones de la Universidad Ártica de UiT Noruega quienes destacaron que un ejemplar de esta naturaleza es una ventana al interior de la Tierra, ya que expulsa principalmente agua y sedimentos finos desde lo más remoto el vasto océano, a unos pocos kilómetros hacia el camino interior de nuestro planta.

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El volván expulsa principalmente agua y sedimentos finos desde profundidades de varios cientos de metros a unos pocos kilómetros hacia el interior de la Tierra. FOTO: UIT

Se le quedó el nombre de "volcán de lodo Borealis"

Los investigadores de la universidad ártica colaboraron con REV Ocean y nombraron a este fenómeno geológico "un volcán de lodo Borealis". Este es el segundo volcán de este tipo que se ha encontrado en aguas noruegas, y su fecha exacta de hallazgo ocurrió el 7 de mayo del 2023. El inusual ejemplar se encontró luego de que el equipo a borde del buque Kronprins Haakon y el submarino a control remoto ROV Aurora llevaran a cabo su recorrido en el sureste del mar de Barents en la parte exterior de Bjørnøyrenna. El volcán está ubicado aproximadamente a 130 kilómetros al sur de Bjørnøya, y a una profundidad de 400 metros.

Entre los elementos que este ejemplar "lanza", el que más conmocionó a la comunidad fue el gas climático, pues el volcán recién descubierto se encuentra dentro de un cráter de aproximadamente 300 metros de ancho y 25 metros de profundidad. Lo más probable es que sea el resultado de una explosión natural catastrófica que de repente liberó metano masivo poco después de la última edad de hielo hace 18 mil años. Este fenómeno geológico tiene aproximadamente 7 metros de diámetro y 2,5 metros de altura. Además, libera continuamente un líquido rico en metano. Este elemento es un gas de efecto invernadero muy potente cuando llega a la atmósfera.

Es por ello que este descubrimiento ayudará a los científicos a comprender el efecto de fenómenos localizados pero persistentes en el balance global de metano y su impacto en los ecosistemas.

"No descartamos la posibilidad de descubrir otros volcanes de lodo en el mar de Barents. Solo gracias a una buena cooperación y tecnología avanzada podemos hacer tales descubrimientos.", aseguró Giuliana Panieri, profesora del Departamento de Geociencias de la UiT.

Se encuentra al sur de Bjørnøya y la líder de la expedición fue Giuliana Panieri, profesora del Departamento de Geociencias de la UiT. FOTO: UIT, Google y Privada

¿Encontraremos algún tipo de tesoro escondido?

Anteriormente solo conocíamos un volcán de lodo en las aguas noruegas, el Håkon Mosby, que fue descubierto en 1995. Este se encuentra a una profundidad de mil 250 metros en el lecho marino al sur de Svalbard a 72 grados al norte. Y lo curioso es que estos peculiares ejemplares fungen como una "ventana" que directamente lanza todo "lo de dentro" del interior de la Tierra. En sí erupcionan principalmente agua y sedimentos finos desde las profundidades de nuestro planeta, que van desde cientos de metros hasta unos pocos kilómetros. También proporcionan una pista sobre entornos anteriores que han existido en nuestro cuerpo celeste y comprender su evolución además de composición, nos da mayores respuestas sobre el metano en otros astros del cosmos. 

"Comprender la evolución y composición de los líquidos nos ayuda a comprender su impacto potencial en el balance global de metano y puede informar lo que está sucediendo en otros planetas.", puntualizó Giuliana Panieri.

Rico en vida y próspero en reliquias marinas de hace miles de años

El cráter del volcán de lodo alberga una rica vida en el fondo del mar, además de que prospera en los flancos empinados de las costras de carbonato, reliquias marinas que se formaron hace miles de años. Complementa un hábitat único en su tipo que incluye a anémonas de mar, esponjas, esponjas carnívoras, estrellas de mar, corales, arañas de mar y crustáceos. Asimismo, dentro del hoyo, también hay áreas con extensos tapetes bacterianos y matorrales.

"Explorar el lecho marino y descubrir nuevos conocimientos sobre el metano es cómo encontrar tesoros escondidos. Está lleno de sorpresas. Hemos encontrado miles de ideas de este tipo. Sin embargo, cada vez que bajamos al fondo del mar, tenemos la sensación de que recién comenzamos a comprender la gran e increíble diversidad de sistemas tan perspicaces.", explicó el profesor Stefan Buenz, quien también contribuye como líder de la expedición.

Solo hay otro volcán de este tipo en Noruega, el Håkon Mosby, descubierto en 1995. FOTO: Adobe Stock

Estos cráteres reventón son refugios únicos de los impactos humanos

De acuerdo con el director de Ocean Census y REV Ocean Science, Alex Rogers —que participa en la expedición— durante esta expedición descubrieron que estos cráteres son refugios únicos de los impactos humanos, tales como la pesca de arrastre de frágiles animales marinos como corales y esponjas. Luego de esto, Beckett Colson, posdoctorado de WHOI, agradeció formar parte del equipo internacional de estudiantes e investigadores para operar un nuevo instrumento de metano en tiempo real "ha sido increíble explorar estas hermosas áreas".

"Como estudiante que solo ha visto volcanes de lodo en tierra, fue una experiencia fantástica ver uno en el fondo del mar. Se podía ver la sorpresa, la emoción y la alegría que se extendió por todo el equipo en el mismo momento en que lo vimos en pantalla. Mi primer pensamiento fue: '¡Quiero bajar y meter el brazo en él!'". externó con emoción Irene Viola, estudiante Erasmus en la UiT.

 

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